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Embelleciendo la ciudad

La Municipalidad de Mendiolaza aprobó una nueva ordenanza que busca preservar el paisaje de la localidad, y disminuir el bombardeo publicitario.

GESTIÓN PÚBLICA/ MENDIOLAZA 


La Municipalidad de Mendiolaza aprobó una nueva ordenanza que busca preservar el paisaje de la localidad, y disminuir el bombardeo publicitario. En diálogo con El Milenio, Carlos Barrio, director de Industria y Comercio, se refirió a esta problemática y las transformaciones que implica esta nueva legislación.

  • Por Florencia  Taddey.
  • periodico@elmilenio.info
  • Valentina Bocanegra y Máximo Appendino.
  • 4°A IENM.
  • Augusto Destéfanis y Juan Cruz Bocanera.
  • 4°B IMVA

[dropcap]D[/dropcap]esde el 2004 Carlos Barrio trabaja en la Municipalidad de Mendiolaza. Allí es parte de la Oficina de Industria y Comercio. Además, también se ocupa del transporte (escolar, especial, taxis y remis) y del sector que inspecciona y controla las demás áreas.

Actualmente se encuentra trabajando para modificar varias ordenanzas establecidas durante los años ´90, las cuales, como define, se encuentran “totalmente obsoletas”. Comercio, espectáculos públicos, salones de fiestas, guarderías, son algunos de los sectores que se ven alcanzados por estas reformas legislativas.

El Parque Industrial Privado también es otro de los proyectos de los que se ocupa. El predio se encuentra en la calle concejal Bossio, en el límite con Unquillo por el sector del barrio El Talar y cuenta con cuatro hectáreas, fraccionado en 14 lotes.

Entre sus trabajos más recientes se encuentra el establecimiento de la ordenanza N° 810/2018, de “Publicidad Exterior”, la cual regula la “la actividad publicitaria” en el municipio. Esta nace a partir de la problemática de la contaminación visual, que aqueja a los vecinos desde el año 2013.

Problema y peligros

“Desde hace cinco años la contaminación visual en Mendiolaza se incrementó”, según el funcionario, quien explica que “la cuidad/campo se ve plagada de todo tipo de carteles.” En ese sentido resalta que lo que más se ve afectado es el paisaje, así como los espacios públicos, los cuales no deberían usarse para publicidad.

“Entendemos que los comerciantes buscan promocionar sus productos, al igual que las empresas y los comercios, pero en ese afán empezaron a poner todo tipo de cartelería, desde pasacalles hasta pizarras que dañan visualmente el paisaje de la cuidad”, declara Barrio.

Esta situación supuso muchas denuncias por parte de los ciudadanos, ya que ellos son “los que llevan la inquietud al municipio”. Además, desde la comunidad alertan sobre los peligros que traen los pocos controles sobre dicha situación.

Pero el paisaje no es lo único que se ve afectado, también se encuentra en riesgo la seguridad de los mendiolacenses. El representante comentó que los carteles luminosos afectan la visibilidad de los automovilistas. “Si  bien permiten un muy buen acceso a la información, a la hora de manejar enceguece al conductor”, narra Carlos.

También representa un peligro para los peatones. Barrio resalta que en días de fuertes vientos, muchos de los pasacalles se rompen y aquellos de metal pueden llegar a volar, lo que significa un auténtico riesgo para quienes transitan por la localidad.

Además, el funcionario destaca que varios carteles se encuentran instalados de forma incorrecta.  Esto puede verse tanto en la ruta como en el espacio urbano, en donde, “los acomodan sobre las ochavas, entorpeciendo la visibilidad de quienes conducen”.

Ordenanza

Si bien la problemática se agravó hace cinco años, no fue hasta el 2016 que se comenzó a discutir la posibilidad de establecer una ordenanza que regule y controle la instalación de letreros publicitario, para así “ayudar a embellecer un poco la cuidad/campo”.

Para elaborarla, Carlos explica que revisaron otras legislaciones similares, como las que se encuentran en las localidades de Río Ceballos y Villa General Belgrano. Esta información se completó con las denuncias realizadas por los vecinos y que recolecta el Tribunal de Faltas.

Esta ordenanza deroga la establecida a principios de los años ‘90, ya que había aspectos que la misma no contemplaba. “Era muy escueta, vieja,  y no habla de los anuncios actuales, como las cartelerías digitales”, declara Barrio.

Plazos y regulaciones

La ordenanza se aprobó en septiembre y ya se encuentra en vigencia. En ella figuran las nuevas prohibiciones, los permisos, y las reformas que deben realizar los que ya tengan instalados carteles, avisos o pantallas.

Con ella se busca establecer una “uniformidad” a partir de, por ejemplo, la utilización de ciertas tipologías. En este caso, cada comercio tendrá que adaptarse para así seguir los parámetros que establece la legislación.

El espacio público es otro aspecto que contempla la ordenanza. Para preservarlo se prohibirá establecer grandes carteles en dichos espacios. Aquellas empresas y comercios que tengan este tipo de publicidad instalada en ámbitos municipales tendrán un plazo para poder retirarlos.

“En los últimos artículos se determina que para la cartelería inamovible, pizarra o  chapa, se tendrá unos 60 días para regularizar la situación y adaptarse a la norma”, declaró. En el caso de los grandes carteles publicitarios, contarán con un plazo de 180 días.

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