El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

La historia detrás de los apodos de los equipos argentinos de Primera División

La historia detrás de los apodos de los equipos argentinos de Primera División.

DEPORTES/ PAÍS 


El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Aldosivi – Tiburón
La relación de Aldosivi con su apodo tiene que ver con la ciudad donde fue fundado en 1913. Mar del Plata, se sabe, es una ciudad portuaria y es por eso que uno de los equipos más populares de allí recibe el mote de Tiburón.

Argentinos Juniors – Bicho Colorado
Al conjunto de La Paternal le dicen así por el color de su camiseta. En la década del ’50 el diario Clarín tituló en una ocasión “Picaron los bichitos colorados” y desde entonces a Argentinos se lo denomina de esta forma.

Atlético Tucumán – El Decano
Fundado el 15 de agosto de 1904, Atlético Tucumán fue uno de los primeros clubes creados no solo en Tucumán sino en todo el Norte Argentino. Se lo denomina «El Decano» por su condición de primer club que se dedicó a la práctica del fútbol en la capital de la provincia.

Banfield – El Taladro
La vinculación de Banfield con su apodo surge de un titular de un diario. En 1940, el equipo venía haciendo una gran campaña goleando a sus rivales y en una victoria por 2 a 1 sobre Independiente el diario «El Pampero» escribió “Banfield agujerea a los rivales”.

Belgrano – Pirata
El apodo de piratas para el conjunto cordobés tuvo que ver con su hinchada. En una ocasión frente a Racing de Córdoba, los hinchas de Belgrano se cruzó a su platea y robó banderas. Además, se cuenta que la hinchada hacía «quilombo» en sus viajes de visitante.

Boca – Xeneizes o Bosteros
Lo de xeneizes tiene que ver con el origen genovés de sus fundadores. A los inmigrantes de la región de Génova se les dice «xeneizes» y desde allí vinieron muchos de los que pusieron en marcha al club en 1905. Lo de «bosteros» nació como un canto hiriente de la hinchada de River hacia la de Boca por las inundaciones productos de las sudestadas. Con el tiempo, la gente de Boca lo tomó con orgullo.

Colón – Sabaleros
Cuando el club se afincó en el Barrio Sunchales, de los hinchas que rápidamente conquistó muchos residían en el extremo oeste del mismo, próximo al río Salado y de condición económica humilde. En gran número se dedicaban a la pesca como medio de sustento, vendiendo y consumiendo pescados que obtenían de él. Entre las múltiples especies se destacaba el SÁBALO.

Defensa y Justicia – El Halcón
Defensa y Justicia es conocido como Los Halcones, en referencia al nombre de una empresa de transporte que une Constitución con Florencia Varela. En los primeros tiempos, la compañía financió al equipo y los colores de la camiseta son verde y amarillo, como el de los micros.

Estudiantes – Pincharratas
Se dice que muchos simpatizantes del equipo eran estudiantes de la carrera de Medicina en la Facultad de La Plata, por lo que solían hacer varios experimentos en los laboratorios con los roedores, aplicándoles inyecciones para practicar y mejorar sus conocimientos.

Gimnasia – Lobo o Triperos
El apodo de Lobo surge a partir de su estupenda campaña de 1962, cuando muchos equipos grandes perdían de visitante en El Bosque, donde se encuentra el estadio de Gimnasia. El de Triperos tiene que ver con los trabajadores de los frigoríficos de principio de siglo instalados en el por entonces barrio platense de Berisso, volcados mayoritariamente a ser hinchas del club.

Godoy Cruz – Tomba
La entidad se fundó en 1921, pero luego se fusionó con el club de la Bodega Antonio Tomba. El dueño cedió unos terrenos que tenía destinados a establos para sus caballos y carretas. A sus hinchas se los llama “tombinos” en homenaje al filántropo.

Huracán – Globo o Quemero
El sobrenombre de «Globo» se vincula al ingeniero argentino Jorge Newbery, quien en 1909 piloteó un globo aerostático llamado “Huracán” e hizo surgir el apodo para el club. El de «Quemero» nace por la cercanía del Tomás Adolfo Ducó con la Quema Municipal.

Independiente – Diablos Rojos o Rey de Copas
El periodismo fue el responsable de que a Independiente se lo denominara el Diablo. En 1926, el equipo contaba con una delantera «endiablada» con Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi que hizo surgir el apodo. El «Rey de Copas» nace en la década del ’70 por la gran cantidad de títulos internacionales logrados.

Lanús – Granate
En el caso de Lanús, el motivo es bastante obvio. El apodo «Granate» se relaciona pura y exclusivamente al color de su camiseta, que durante su historia ha variado entre el violeta, púrpura y rojo oscuro. En la década del ’50 también se lo denominó «los Globetrotters» por la jerarquía de su equipo.

Newell’s – Leprosos
Según cuenta la historia, el apodo surgió luego de que el Hospital Carrasco de Rosario haya realizado una invitación a los 2 equipos más importantes de la ciudad para disputar un partido a beneficio del Hospital que combatía el Mal de Hensen, conocido comúnmente como lepra. Newell´s aceptó la propuesta, pero Rosario Central no; y luego de ese episodio los hinchas de ambos clubes pasaron a apodar al rival de forma burlona. Para los de Central, los de Newell’s eran todos leprosos por haberlo querido jugar; y para los de Newell’s, los de Central eran todos «canallas», justamente por lo contrario.

Racing – La Academia
El mote de «Academia» nace en 1913, cuando el equipo ganó siete títulos consecutivos. Ningún otro club en el mundo había alcanzado semejante logro. En los 60 fue el “equipo de José” por los logros de su mentor, Juan José Pizzutti.

River – Millonario o Gallina
River se ganó su apodo de «Millonario» en la década del ’30, cuando pagó 35.000 por el pase de Bernabé Ferreyra, una verdadera fortuna para aquella época. «Gallinas» se impuso en 1966, cuando les largaron una ponedora tras el arco de Gatti luego de perder con Peñarol 4-2 en la final de la Copa Libertadores.

Rosario Central – Canallas o Academia
Lo de «Canallas» ya se explicó en el apodo de Newell’s: tuvo que ver con que el club se negó a participar de un partido amistoso en beneficio de un hospital que trataba leprosos. «La Academia» nació al ganarle un partido a Racing en 1915, La Academia «original» y uno de los mejores equipos de la época.

San Lorenzo – Azulgrana, Ciclón o Cuervos
Azulgrana, obviamente por los colores de la camiseta. Lo de «Cuervos» se relaciona a la similitud en el color negro entre ese pájaro y las sotanas sacerdotales del padre Lorenzo Mazza, fundador del club. Y lo de «Ciclón» surgió para contrarrestar a su clásico rival: Huracán. Los hinchas del San Lorenzo se autobautizaron así porque según la ciencia, los Ciclones abarcan mayor área que los Huracanes.

San Martín de Tucumán – Ciruja
El apodo del otro club tucumano que juega en Primera tiene que ver con el origen humilde de sus hinchas. A diferencia de los simpatizantes de Atlético Tucumán, quienes eran conocidos en los inicios como los «ojitos verdes» o «pitucos», los de San Martín tenían un status social más bajo y eran llamados «cirujas» o «verduleros» por su proximidad al mercado de Abasto.

Talleres – Tallarines, La T o Matadores
«Tallarines» deriva del nombre del club, al igual que «La T», por la inicial de su nombre.
«Matadores», un apodo menos usado, se debe a que Talleres ostenta un viejo record de 66 partidos en la antigua Liga Cordobesa.

Unión – Tatengue
A los hinchas de Unión se los llaman «Tatengues» porque el club tenia su sede en el centro de la ciudad de Santa Fe, ya que «tatengue» era la jerga de esa época, que antiguamente se los denominaba a la gente de buena posición social y muy refinadas. Decir «tatengue» equivalía a decir «una persona bien».

Tigre – Matadores
Hay dos versiones del mote “matadores”. La vinculada a los colores de San Lorenzo, a quien también se los conoce así. Y la de la delantera goleadora del ´55 (Héctor de Bourgoing, Norberto Méndez, Luis Cesáreo, Eugenio Aguilar y Nicolás Gómez).

Vélez – Fortín
“Fortín” es por su estadio de Villa Luro. En 1928 se jugó allí el primer partido nocturno del fútbol argentino. El periodista Hugo Marino, cuatro años más tarde, sostuvo que sus cuatro torres iluminadas hacían parecer como si se estuviera en un fortín.

Descubre más desde El Milenio

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo