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Villa Allende: el futuro en obras

Santiago Copertari, quien se desempeña en la Dirección de Obras Privadas de la Municipalidad de Villa Allende, habló sobre la importancia del planeamiento para solucionar conflictos en la zona. Reveló que en la ciudad pasan unos 90.000 autos por día y explicó cómo se trabaja para generar soluciones desde el estudio y diseño de proyectos.

Por Julieta Santo, FCC. UNC. | periodico@elmilenio.info

Colaboración: Candela Muntaner y Valentina Schiavelli. 4to «A». IMVA.


Santiago Copertari, quien se desempeña en la Dirección de Obras Privadas de la Municipalidad de Villa Allende, habló sobre la importancia del planeamiento para solucionar conflictos en la zona. 

[dropcap]S[/dropcap]antiago Copertari, de 48 años, es arquitecto, docente universitario y vivió toda su vida en Villa Allende. En entrevista con El Milenio, contó cómo es el trabajo que lleva a cabo y cuáles son los proyectos a futuro, remarcando la importancia de trabajar atendiendo a los intereses de los vecinos.

El Milenio: ¿A qué se dedica la Dirección de Obras Privadas?

Santiago Copertari: Es una de las áreas más importantes de la Municipalidad. La Dirección de Obras Privadas define si el uso del suelo es residencial, comercial, industrial o rural. Obras privadas de Villa Allende maneja el área de catastro, el área de obras privadas en sí y lo que es planeamiento. El sector de planeamiento implica planificar toda la ciudad, cómo querés que sea a futuro. Lo que planeamiento diseña, Obras Públicas se encarga de ejecutarlo después, incluyendo la elaboración del proyecto, la licitacióny demás.

EM: ¿Con qué criterios se establece el fraccionamiento del suelo?

SC: Se hace un estudio previo que puede llevar varios años. En el caso nuestro, el año pasado presentamos una ordenanza de fraccionamiento y una de ocupación y uso de suelo. Villa Allende nunca tuvo una ordenanza ni de ocupación ni de uso de suelo. Eso significa, poniendo un ejemplo extremo, que si hoy viene una planta nuclear que quiere instalarse en la ciudad, no hay ninguna ley municipal que se lo impida, o podés tener un hotel al lado de un colegio tranquilamente. Es decir, son situaciones que hay que regular: este tipo de actividades tiene que ir acá y este otro tipo de actividades allá.

Con el estudio del uso del suelo se establece hasta dónde puede haber, por ejemplo, talleres mecánicos, dónde industrias, podés definir qué tipo de industria. En el proyecto, nosotros determinamos que la industria sea una industria limpia, eso significa que no puede venir nadie que use contaminantes. Hay que tener una ley clara.

Estudios, datos y proyectos

→ El funcionario reveló  a El Milenio que en la ciudad de Villa Allende pasan unos 90.000 autos por día y explicó cómo se trabaja para generar soluciones desde el estudio y diseño de proyectos.

Según explicó Santiago Copertari, los estudios de planeamiento territorial normalmente se desarrollan durante cinco o seis años. Se trata de estudiar el uso del suelo, el área serrana y rural y los flujos de tránsito de todo Sierras Chicas, para luego poder llegar a un plan territorial adecuado. Estudios de tránsito, encargados por la dirección de Obras Privadas, revelaron recientemente que en Villa Allende pasan 90.000 autos por día, el doble de su actual población, con 3.000 autos en la rotonda del golfista durante el horario pico y 3.500 en la ruta, a la altura de la calle Mendoza, frente al Shopping.

“Esas cifras son las que nos obligan a estudiar y plantear distintas alternativas. Queremos hacer una ruta que empiece en la E53 y termine en la Municipalidad de Mendiolaza, esto va a eliminar esos 3.500 autos que van para Villa Allende, ya que se van a desviar a Unquillo en un porcentaje. La E53 está preparada para ese gran flujo de tránsito”, afirmó.

EM:¿Qué otros proyectos se piensan a futuro?

SC: Queremos hacer otra ruta, que empezaría por Unquillo y terminaría por la bajada del cerro. Al mismo tiempo, estamos buscando una salida para los camiones, el problema principal que tiene Villa Allende. Estamos hablando con Saldán y con Calera para generar un camino alternativo que saldría a la autopista. Pero cada proceso lleva su tiempo, hay que ver por dónde va ir la traza, ponerse de acuerdo con los propietarios y ellos aceptar los pedidos de conservación que hacemos nosotros, porque la cantera pasa por zona de bosque nativo. Hicimos un relevamiento de todo lo que era bosque nativo en esas 600 hectáreas y concluimos que había un 40%, entonces ese porcentaje no se puede tocar. Esos resultados se mandaron a ambiente de la provincia. En realidad se puede trabajar un 20% o 25% de la tierra, y eso está en tratativa. Hoy ambiente no nos ha dado respuesta y no podemos hacer nada sin autorización.

EM: Entonces, ¿Los propietarios de esa zona que se encuentra al principio del Camino al Pan de Azúcar cederían terrenos para esta ruta a cambio del permiso para urbanizar una parte de esta área?

SC: Claro, sabiendo todas las limitaciones que tienen. Nosotros hacemos la propuesta inicial con un 40% de bosque que no se puede tocar, pero después podés tener escorrentías, entonces hay otros espacios que tampoco pueden ser urbanizados. Es una idea que nosotros planteamos, si después sale rechazada por ambiente no se hace.

Sin embargo, hay una discusión con respecto a que si se trata de bosque nativo o no. Villa Allende tiene una ordenanza que dice que eso no es reserva, por eso se trabajó únicamente en ese sector, pero hay una ley provincial que dice que en esa zona no se puede desmontar. El sector de Villa Allende que empieza en la cantera y llega hasta el Pan de Azúcar es reserva y hay que regularla. La reserva no significa que no se puede tocar nada, sino que no se pueden hacer urbanizaciones, si alguien quiere ir a vivir a un campo, puede, sólo que con varias limitaciones.

EM: ¿Qué participación tienen los vecinos en este proyecto y en este tipo de decisiones?

SC: Acá hubo dos partes. Durante la anterior gestión, participó la Universidad Nacional de Córdoba y se realizaron una serie de talleres llamados “Pensar Villa Allende” abiertos a la sociedad en general. De eso se tomó nota sobre qué pensaban los vecinos. En el caso nuestro, lo que hicimos fue ir a hablar directamente con actores. Se habló con arquitectos, ingenieros, con vecinos en general. El Concejo Deliberante hizo una encuesta que está todavía en difusión y también se convocó a la Universidad, que actualmente está haciendo una especie de mediación,revisando todo para ver qué cosas no se han tenido en cuenta.

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