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Una vida entera gastando las botas

Para Alfredo Luna, el folklore no es una elección, sino más bien, un sentimiento que lleva consigo desde que nació. Con 38 años de historia en la danza folklórica, actualmente dirige el ballet Ashpa Súmaj, elenco oficial de la Municipalidad de Salsipuedes.

Para Alfredo Luna, el folklore no es una elección, sino más bien, un sentimiento que lleva consigo desde que nació. Con 38 años de historia en la danza folklórica, actualmente dirige el ballet Ashpa Súmaj, elenco oficial de la Municipalidad de Salsipuedes.


Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info

Colaboración: Delfina Fornoni y Luna Lara. 4°B IENM

Fotografías: Eduardo Parrau 


[dropcap]A[/dropcap]lfredo Luna tiene 47 años y hace casi 38 que se convirtió en bailarín de folklore. Oriundo de San Francisco, su familia se mudó a Salsipuedes cuando sólo tenía 9 años y al poco tiempo dio sus primeros pasos en la danza y en el género musical que marcarían toda su vida.

Después de pasar por varios elencos y cuerpos artísticos, perfeccionándose con reconocidos maestros del folklore, Luna formó parte de la fundación del ballet Ashpa Súmaj de Salsipuedes en 1992, que pronto se convertiría en el ballet municipal oficial y organizador, durante más de una década, del Encuentro Nacional de Folklore “Ashpa Súmaj” (actualmente suspendido por cuestiones económicas).

A lo largo de 12 años, compartió la dirección con Alejandra Di Palma, pero desde su retiro, hace 4 años, Luna encabeza el elenco en solitario, aunque muchas veces trabaja en conjunto con el taller municipal “Caricias del Alma”, dirigido por su esposa y pareja de baile Mabel Castia.

El Milenio: ¿Qué te llevó a interesarte por el folklore?

Alfredo Luna: La verdad siempre me gustó, ya desde chico tenía un gran deseo de aprender a bailar (sobre todo me interesaba el zapateo) así que apenas pude, me mandé. Me fui solito con 10 años a la academia, me anoté y arranqué. Cuando empecé no tenía idea de nada, pero como me gustaba mucho, aprendía rápido. Llegaba a mi casa y gastaba las botas de tanto practicar. Con el tiempo me fui perfeccionando y hoy ya van casi 38 años que me dedico a esto.

EM: ¿Cómo fue ese proceso de formación?

AL: Empecé en el ballet «Sendero argentino», dirigido por Ida Castro, y de ahí pasé al ballet «Patria» de Río Ceballos, que encabezaba Lidia Luque y Eduardo Pedraza. En 1992, participé en el festival de Jesús María y, al volver, fundamos Ashpa Súmaj. A lo largo de los años fui puliendo diferentes estilos (contemporáneo, zapateo, etc.) en cursos que realicé con varios profes.

Incluso entablé amistad con Juan Saavedra, «el Bailarín de los Montes», un santiagueño que hoy en día es símbolo de la danza folklórica en nuestro país y con quien tuve la suerte de aprender (y que espero poder traer algún día a Salsipuedes para dar un taller). Diría que Juan Saavedra y Santiago “el Chúcaro” Ayala son dos de mis principales influencias a la hora de bailar y planear coreografías.

EM: ¿Y cómo surgió el ballet Ashpa Súmaj?

AL: Como decía, en 1992 participé en el festival de Jesús María y ahí conocimos a Juan Carlos Gramajo, fundador y director de «La Chacarerata Santiagueña», un bailarín y bombisto muy reconocido que falleció en 2009. En esa ocasión, Gramajo nos invitó a compartir una gira con ellos y cuando le dijimos que veníamos de Salsipuedes, nos bautizó como ballet «Ashpa Súmaj», que significa «tierra linda» en quechua. Más tarde nosotros nos abrimos y fundamos el ballet como tal. Hoy en día el grupo está conformado por cinco parejas estables y, cuando la directora que estaba antes se fue, quedé a cargo yo.

EM: ¿Ha ido evolucionando el estilo del ballet a lo largo de estos años?

AL: Sí, al principio nos limitábamos más a las danzas tradicionales y ahora tenemos un carácter mucho más estilizado. Se denomina danza estilizada a la expresión del cuerpo que se realiza siguiendo la música y no tanto lo que dicen los libros. Uno va cambiando la coreografía, manteniendo el ritmo y la estructura general, pero incorporando otras figuras. Se trata de salir de lo tradicional, de no ajustarse estrictamente a la secuencia de pasos de manual. De los ballets de la zona creo que somos uno de los únicos que incorporan folklore estilizado.

En este sentido, una influencia importante para nosotros fue Sergio Lobo, un bailarín que ha trabajado con Jaime Torres y León Gieco (incluso participó en el video musical del tema «Hoy bailaré») y que vino a mi casa en varias ocasiones para dictarnos cursos sobre destrezas con poncho y bombo que hemos ido incorporando.

EM: ¿Cómo van sumando gente al ballet? ¿Se hace alguna evaluación?

AL: No, pero sí medianamente exigimos a los nuevos integrantes que tengan claro los elementos básicos de la danza. En el caso de las damas, el paso y el zarandeo; y en el caso de los hombres, el zapateo básico. Muchos de los nuevos miembros provienen del taller municipal “Caricias del Alma”, que tiene aproximadamente 80 integrantes y se divide en tres niveles: niños, principiantes y avanzados.

EM: ¿Dónde ensayan y cuáles son los horarios?

AL: El ballet ensaya todos los lunes de 20:00 a 00:00hs y solemos agregar algún día más cuando se avecina una actuación importante. El taller municipal ensaya en diferentes días: martes de 19:00 a 21:00hs los niños, miércoles de 20:00 a 22:00hs los principiantes y miércoles de 22:00 a 00:00hs los avanzados. El espacio de práctica es el Salón Cultural Oscar Salaverry en la Terminal de Ómnibus de Salsipuedes.

EM: ¿Notás un aumento de interés, del público en general, hacia el folklore en los últimos años?

AL: Sí, ciertamente. En las peñas y festivales hay cada vez más gente y son muchos los que se animan a bailar por más que no sepan. Estaría bueno que se incentive más a los chicos en este sentido. En Salsipuedes se ha incorporado la danza folklórica como una actividad extra curricular que se da en las escuelas y jardines de infantes, con muy buenos resultados. Creo que sumar la danza folklórica a la currícula escolar es algo clave para atraer a los más chicos a nuestra música tradicional.

EM: Por último, ¿qué significa para vos el folklore?

AL: El folklore es mi vida, es la única música que me gusta. No me hagas escuchar cumbia, ni cuarteto, ni rock. Es algo que viene conmigo desde que nací. En todos estos años, nunca dejé de bailar o escuchar folklore, ni cuando hice el servicio militar. Es algo ineludible para mí.

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