Cualquiera, incluso las propias mujeres, alguna vez se han preguntado: “¿Quién las entiende?”. Lo cierto es que para todo tienen sus razones y bastante justificadas, incluso el hecho de que en la fecha se celebre el día de la mujer.
Sin embargo, la fecha elegida para conmemorarlo coincide con dos grandes eventos en los que las mujeres trabajadoras fueron víctimas y protagonistas.
Uno de ellos, fue el incendio intencional en Nueva York de la fábrica textil Cotton el 8 de marzo de 1908, en el que resultaron calcinadas 146 obreras que habían ocupado las instalaciones en protesta por los bajos salarios y las inhumanas condiciones en que desempeñaban su labor.
En el mundo y en el tiempo fue variando de día, pero desde 1917 se eligió el 8 de marzo en honor a la feminista rusa Alexandra Kollonta. Fue cuando se produjo en Rusia una revuelta encabezada por mujeres ante la falta de alimentos. Se toma como uno de los orígenes de la Revolución Rusa y el fin del zarismo.
La ONU reconoce la conmemoración mundial de esta fecha desde 1975, designándola a la reivindicación de los derechos de la mujer. Este reconocimiento se propuso con el objetivo de reflexionar acerca de los logros y el rol que en la actualidad consiguieron las mujeres y del futuro de las mismas.
Al mismo tiempo, la ONU pretende incentivar un cambio en la sociedad, haciendo hincapié en la lucha de las mujeres en pro de la igualdad, lucha que debe ser todos los días.
Con las sucesivas Conferencias Mundiales sobre la Mujer, el propósito de las Naciones Unidas es ayudar a que todas las personas sean juzgadas con ecuanimidad y tratadas en forma justa. En los últimos 50 años la mayor parte de los progresos conseguidos han sido destinados a garantizar los derechos políticos de la mujer (el derecho al voto y a ser elegida).
La participación femenina ha ido en progreso y conquistando escenarios y roles en la sociedad que van desde el reconocimiento de sus propios derechos, la igualdad de oportunidades y de condiciones, sin discriminación en los aspectos laborales, político, religioso, deportivo, de opinión y, ahora la lucha por la no violencia. A pesar de todas las críticas, Argentina demuestra notorios avances al registrar presidenta, ministras y otras funcionarias políticas.
