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Los Quebrachitos: Pasos de gigantes

Construida y defendida por los vecinos, la reserva Los Quebrachitos forma parte del tejido cultural de Unquillo.

Construida y defendida por los vecinos, la reserva Los Quebrachitos forma parte del tejido cultural de Unquillo.


Por Amira López Giménez | amiralopez@elmilenio.info


[dropcap]L[/dropcap]os Quebrachitos fue fundado en 1999 y normalizado a lo largo de los años a través del trabajo vecinal. Hoy día la reserva cuenta con un sinfín de especies, tanto en flora como fauna, desde pumas hasta corzuelas y pecaríes y se ha convertido en el pulmón verde más elegido para esos respiros lejos de la vida urbana.

Noel San Martín Garzón es la directora interina de esta reserva enclavada en el corazón serrano, con sus secretos y místicas aportadas por la Capilla Buffo. Ella es Técnica Superior en Gestión de Riesgos y desastres, egresada de la Cruz Roja y Licenciada en Enseñanza del Ambiente.

El amor y la dedicación por la naturaleza nació durante la juventud de Garzón donde logró reunir una amplia experiencia que la posiciona como una de los principales referentes ambientales de Sierras Chicas. Pues, comenzó trabajando para el municipio de Unquillo como inspectora ambiental, formó parte de la comisión directiva Los Quebrachitos, trabajó en Los Manantiales, es integrante de Ecosistemas Argentinos, y se dirige a inaugurar una nueva reserva en Salsipuedes, entre otras actividades. En diálogo con El Milenio, sostuvo que prefiere el trabajo institucional, ya que es una manera de estar más cerca del vecino facilitando la labor social para el ambiente.

El Milenio: ¿Qué actividades orientadas al público se realizan en la reserva?

Noel San Martín: Hemos estado acompañando las escuelas de Unquillo haciendo visitas guiadas, como la escuela de adultos CENMA que trabaja mucho con la Reserva desde hace varios años. Con el turismo, a partir de agosto hemos realizado, a través de un decreto, una regulación de las visitas. Antes llegaban muchos contingentes de manera desorganizada y parte de mi iniciativa junto a la comisión fue regular un poco las visitas en relación a la capacidad de carga que tiene el espacio. Otra arista serían las contravenciones que hemos realizado para evitar desmontes, extracciones de áridos, leña, riesgos de incendios, etc.

EM: Con respecto al acuerdo con la Universidad Provincial ¿Cuáles son las expectativas?

NSM: Todas las expectativas, conozco a Federico Leguizamón que es coordinador de la carrera de Guardaparques con quien estuvimos haciendo un recorrido por la reserva y Capilla Buffo para delimitar cuáles van a ser las aristas de trabajo para el transcurso del año. Más allá de las cuestiones prioritarias, como el control y la vigilancia, buscamos realizar una planificación para poder transformar y organizar la reserva: delimitar senderos interpretativos, ubicación de cartelería, control de exóticas e invasoras, y un sinfín de puntos que hemos estado dialogando.

Más allá del convenio con guardaparques también estamos hablando con la escuela de Ecología por un proyecto que viene trabajando un colega, Oscar Mugnaini, e implica distintos actores como CEPROCOR, Dirección de Ambiente de la Provincia, Ecosistemas Argentinos. La idea es hacer un banco de semillas. También queremos involucrar a los viveros locales, en Cabana una familia que viene trabajando activamente junto a la bióloga Laura Madoeyri. Con ellos vamos a desarrollar el vivero a través de un convenio, para que la reserva haga su aporte y generar la llegada a los vecinos. Hoy la secretaria de ambiente no da abasto, pero entendemos que la gran demanda de forestación por parte de los vecinos es más fuerte, lo que me pone muy contenta. La gente es más consciente y creo que se lo debemos a la ley de bosques.

EM: Según los vecinos, algunas actividades afectan a la reserva, como la categorización del suelo. ¿Qué elementos se tienen en cuenta a la hora de realizar una actividad?

NSM: No hay actividad que no impacte en una reserva, tenemos claro que la categoría de uso de suelo no se cambia. Lo que la reserva contempla es que las actividades que se realicen sean de bajo impacto, nosotros queremos fomentar actividades que tengan que ver con el deporte, la salud y el ambiente. Nos permite mostrar la reserva como algo para aprovechar sin que esto genere un impacto negativo. Creo que hay que salirse del miedo de que una maratón es un impacto negativo, sería negativo sino se toman las medidas necesarias para evitarlo. En esto venimos trabajando detalladamente, queremos que se hagan actividades, pero siempre salvaguardando cuestiones ambientales y protegiendo al vecino.

EM: ¿Cuentan con un monitoreo de fauna y flora y actividades científicas de conservación y re introducción de especies?

NSM: Es una de las tareas que tenemos como objetivo para desarrollar con los guardaparques cuando inicien sus prácticas. Sabemos, en relación al común de los vecinos qué hay en la reserva, pero no tenemos datos registrados en cuanto a cantidad y especies de animales. Precisamos de cierta infraestructura tecnológica como cámaras trampa, pero no contamos con ello, no lo veíamos como prioritario. Sí vimos como esencial la instalación en la zona alta de la reserva de una antena unidireccional. Compramos tres equipos de radio y armamos una base porque era una zona donde estábamos descubiertos y sin comunicación y nos pareció vital por logística y coordinación de los visitantes y posibles situaciones de incendios o riesgo de inundación.

EM: En relación a las especies exóticas ¿existe un manejo específico?

NSM: Hoy desde la Dirección de Ambiente estamos autorizando a los vecinos para la extracción de plantas exóticas, antes de autorizar los planos de edificación. Las principales son: acacia negra, mora, grateus o piracanta, olmo, siempre verde, paraíso que son todas plantas invasoras. Otras, que no son invasoras y que hace muchos años se usaron para forestar son los pinos y eucaliptos. Recién ahora podemos ver la vulnerabilidad que generan estos árboles con sus caídas, el consumo de agua (las exóticas consumen mucha cantidad de agua en comparación a las nativas).

No es que estemos a favor de la muerte de todos los árboles, pero tampoco vamos a defender todo lo verde. Entendemos que la alteración que producen en nuestro ecosistema los ejemplares exóticos en relación a los servicios que obtenemos del bosque nativo, son problemas vinculados a las crisis hídricas y a la diseminación invasiva de semillas.

 

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