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“A los siete años tuve mi primera cámara”

La unquillense Lucrecia Tam lleva un largo trayecto de la mano de su cámara.

La unquillense Lucrecia Tam lleva un largo trayecto de la mano de su cámara, que va desde las producciones de lencería o fiestas electrónicas, hasta la incursión de lleno, en la fotografía infantil.


Por Ignacio Parisi | ignacioparisi@elmilenio.info

Colaboradores: Álvaro Marcial y Gaspar Donemberg. 4°B IMVA.


[dropcap]M[/dropcap]ientras los demás chicos se interesaban en camiones o muñecas, Lucrecia Tam, con siete años optó por pedirle una cámara de fotos a los reyes magos. Junto con la fortuita desaparición del pasto y el agua, Lucrecia encontró una antigua máquina con rollos de 20 milímetros, que le abriría las puertas a lo que es, aún en la actualidad, su trabajo y su pasión.

“Estudié en el Centro de Estudios Fotográficos (CEF). No realicé específicamente la carrera de fotografía, pero sí hice muchos cursos de iluminación, de Photoshop, y aprendí a sacar fotos con una cámara SonyH50. Es decir que di mis primeros pasos con una cámara semi profesional. Después, el resto es ponerse a practicar, como todo”, afirma Tam acerca de su paso entre la fotografía amateur y su profesionalización.


#elclubdelajó | El objetivo de Lucrecia Tam es inmortalizar la infancia. Por eso creó su start up. «El Club del Ajó» donde los bebés y las smash cakes son protagonistas absolutos. 


La unquillense se reconoce alejada de la fotografía paisajística como fin, y en cambio piensa al entorno como un medio, dentro del cual se inserta lo que verdaderamente le interesa: los retratos. Actualmente Lucrecia se dedica de lleno a la fotografía infantil, y su foco está puesto en los niños. Una de sus especialidades son las sesiones de “smash cakes”, una nueva tendencia que busca inmortalizar los primeros cumpleaños de los bebés, tomándoles fotos mientras experimentan con la torta.

Si bien Tam sabe lo complejo que es para un fotógrafo encontrar su propio estilo, busca marcar su impronta a través del detalle en estas sesiones de fotos con niños en situaciones divertidas. Siguiendo esa línea, remarca: “A mí me gusta mucho meterme en los detalles, en planos muy cercanos, buscando los ojos, las manos pequeñas de los chicos. Es difícil hacer algo distinto, entonces me hago hacer los escenarios, y la ropa para las fotos. También armo las tortas para los Smash Cakes, le doy mucha importancia a la pre producción”.


#smashcake | La smash cake es un pequeño pastel, individual, que se hace solo para el homenajeado, el precioso cumpleañero en su primer año de vida.  El milenio buscó el origen de esta preciosa tradición, pero encontramos con que es un misterio, al menos  el Señor Google no lo ha podido responder.


Además de la fotografía infantil, Lucrecia incursionó un tiempo en las producciones nocturnas, y en ese sentido afirma: “En la noche, los fotógrafos son en general hombres, por lo cual casi siempre era la única mujer y llamaba un poco la atención. Yo me involucro en todo lo que tenga que ver con la foto, en este momento hay una marca de lencería para la cual estoy realizando producciones. Creo que por ese lado ser mujer es un gran beneficio, ya que las modelos siempre prefieren trabajar con chicas”.

Inmortalizar la infancia es una de las especialidades de Lucrecia Tam.

Por último, a pesar de preferir la fotografía orientada al retrato por sobre las imágenes paisajísticas, admite que el escenario natural que proporcionan las Sierras Chicas, y en particular Unquillo, es uno de sus preferidos para realizar sesiones de fotos.

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