El rioceballense, Víctor Carnelutti, se encuentra entre los corredores de media distancia más importantes de su categoría a nivel nacional. En esta edición, El Milenio indaga en la experiencia de un atleta que recorrió desde Porto Alegre a Lyon sin pausa, buscando el máximo rendimiento deportivo.
Por Ignacio Parisi | ignacioparisi@elmilenio.info
Colaboración: Joaquín Aballay y Tomás Rodríguez. 4°B IENM.
Consuelo Vespaciani y Micaela Zapata. 4°B IMVA
[dropcap] E[/dropcap]M: ¿Cuál es el factor más determinante a la hora de afrontar las carreras?
VC: La mentalidad sin dudas. Es indispensable para un corredor, y esa mentalidad depende mucho de lo que quiere cada uno, cómo lo toma, y qué es lo que hace al respecto. Yo empecé a entrenar, mejoré un poco, me compré un libro referido al tema del running, progresé un poco más, y luego, sufrí algo muy frecuente en el atletismo: la meseta. Uno mejora hasta cierto punto, y en ese punto comenzás a correr en el mismo tiempo siempre. Ahí decidí que necesitaba buscarme un entrenador.
EM: ¿Esa fue una determinación que cambió tu rendimiento?
VC: Sí. Lo que sucede es que para trotar alcanza con entrenar solo, pero para ganar una carrera competitiva tenés que entrenar con un plan sistemático. El año pasado me recibí de preparador físico con el objetivo de aprender y aplicar estos conocimientos a mi entrenamiento. De cualquier forma uno necesita un entrenador, en mi caso, por ejemplo, para ir al mundial, así como también un buen especialista en nutrición que te arme una dieta acorde.
Mi entrenador es Leo Malgor, entrenó a tres atletas para las olimpíadas de Río de Janeiro 2016. También es clave, que la preparación física sea adecuada para correr una cantidad de metros específicos. Para explicarlo de otra manera: hay en el cuerpo fibras blandas, fibras duras, e intermedias. Si predominan las fibras duras obtenés muchísima potencia y fuerza, pero una dosis corta de energía. Por eso los que corren 100 metros tienen una preparación que les agrega masa muscular, y son más grandotes que los corredores de larga distancia. Los fondistas en cambio suelen ser más flacos, porque las fibras que estimulan apuntan a la resistencia, no a la velocidad máxima. Es preciso para obtener resultados contar con un entrenador que sepa cómo ejercitarse para cada necesidad del atleta.
EM: ¿Cuál es tu especialidad en el atletismo?
VC: Mi especialidad es el medio-fondo, que es 800, 1500 y 3000 metros con obstáculos. Velocidad, por ejemplo, sería entre 50 y 400 metros, y fondo de 5000, o 10000metros, media maratón y maratón.
EM: ¿Hay otros corredores en Sierras Chicas que compitan en medio fondo a buen nivel?
VC: Bueno, que yo sepa en Río Ceballos hay uno solo, el Profesor Barrionuevo. Él es campeón argentino de 400 y 800 metros, pero no entrena en este momento. Con constancia es difícil encontrar, yo incluso intenté colaborar con chicos a los cuales les armaba el plan de entrenamiento, pero necesitan disciplina y perseverancia, de otro modo no hay una progresión en el nivel. Para competir hace falta ponerse objetivos.
EM: ¿Se trata de una actividad cara, planteándola desde un punto de vista competitivo? ¿Recibiste algún tipo de apoyo económico?
VC: Sí, es caro. Al principio recibí apoyo desde el Círculo Italiano de Río Ceballos, durante la gestión de Ítalo Corradini, quien colaboró con los gastos del combustible para ir a Brasil. También me ayudaron con el pasaje para ir a competir al Nacional de Santa Rosa, en 2014. Ya en 2015 no me contestaron y nunca más solicité ayuda al club. De todos modos, por el momento no me hace falta.
EM: ¿Alguna vez representaste a Río Ceballos o participás de forma independiente?
VC: En las competencias internacionales represento a Argentina, y en los campeonatos nacionales te tiene que inscribir un club. En mi caso me inscribe una institución deportiva de Salta, porque Córdoba no tiene esta organización. Yo incluso corrí para el Círculo Atlético de Córdoba, pero noté estas falencias en lo organizativo y decidí irme. También les dije que me quiero volver a asociar, pero no como atleta sino con la idea de colaborar.
EM: ¿Qué sentís al finalizar una competencia?
VC: Es la parte más linda. Creo que el primer torneo en el que disfruté la carrera fue uno que corrí en Asunción. Tenía en ese entonces un poco de incertidumbre, porque participaban atletas de toda Sudamérica, y no sabía exactamente contra qué nivel me iba a enfrentar. Me terminó yendo muy bien. Luego en Porto Alegre, la sensación al terminar fue extraordinaria también. Ahí estuve a un segundo del record argentino en la categoría de 800 metros. Esa adrenalina del final a mí me ayuda mucho, a otros les juega en contra.
EM: ¿Le ponés alguna fecha límite a tu carrera?
VC: No, voy a correr mientras me sienta bien. La última vez que me hice una ecografía en la rodilla el estudio marcó que tengo poca luz articular. Ya estoy operado de los meniscos de una rodilla, en todo deporte uno se cruza con las lesiones.
EM: ¿Hay alguna carrera en el horizonte cercano para la cual te estés preparando?
VC: Siempre entreno pensando en alguna competencia. Una de mis próximas metas es el Campeonato Nacional de Pista y Campo, que se va a realizar en Mar del Plata el 20 y el 22 de septiembre. Luego estoy pensando en el sudamericano de Santiago de Chile, esa es una carrera que hay en noviembre. Nunca dejo de apuntar a un objetivo.
