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Solidaridad biónica

Jean Maggi constituyó una Fundación que lleva su nombre, y cuyo objetivo es ayudar a todas las personas con discapacidad a acercarse al deporte.

Jean Maggi constituyó una Fundación que lleva su nombre, y cuyo objetivo es ayudar a todas las personas con discapacidad a acercarse al deporte.


Por Mateo Duarte y Santiago Luque. 4°B IENM.

Cecilia Díaz, Candela Fantini y Martina Fraccia. 4°B IMVA

Fundación Jean Maggi es una organización privada sin fines de lucro creada para contribuir y aportar ayuda a los niños con discapacidad a través del deporte.

[dropcap]C[/dropcap]uando Juan Ignacio Maggi tenía apenas un año de edad le diagnosticaron poliomielitis, una enfermedad infecciosa que afecta al sistema nervioso causando inflamación en la médula espinal, lo cual le impidió caminar.

A los 50 años, un hallazgo electrónico le brindó la posibilidad de poder pararse en sus piernas por primera vez: piernas biónicas.

A partir de su historia, creó la Fundación Jean Maggi, que es una organización privada, sin fines de lucro, creada para contribuir y aportar ayuda a los niños con discapacidad a través del deporte.

“Consideramos que el deporte funciona como una excelente herramienta de inclusión donde la persona puede desarrollarse deportiva, personal y socialmente. Tantos los logros, como los sacrificios, son trasladables rápidamente a la vida diaria, contribuyendo así al bienestar de las personas con discapacidad”, indica la Fundación.

El Milenio: ¿De qué manera incidieron las piernas biónicas en su vida?

Jean Maggi: Estuve 50 años con la obsesión de caminar. Cuando caminé sin la ayuda de mis bastones por primera vez, me di cuenta que no era para tanto. Es decir, había ya hecho tantas cosas en mi vida y quería hacer tantas más, que no iba a quedarme en ese momento para siempre.

EM: ¿Qué le motiva a ayudar a las personas con distintas discapacidades que no tienen oportunidad económica para acceder fácilmente al deporte?

JM: Justamente eso, que puedan acercarse al deporte. En algún momento de mi vida, el deporte influyó de una manera que me permitió cambiar mi visión sobre el mundo. El deporte y el movimiento son mágicos, sobre todo para las personas con discapacidad, para que puedan insertarse en la sociedad.

EM: ¿Qué siente al escuchar las historias de vida de estas personas?

JM: Me acercan mucho a lo que me pasó a mí. No es fácil vivir con una discapacidad y tampoco es fácil vivir con una persona con discapacidad. Hay que modificar los modelos sociales para que sea más fácil su adaptación y desarrollo.

Jean Maggi es cordobés, está casado y tiene cinco hijos. Antes de cumplir 40, tuvo un infarto y poco tiempo después, se encontró con el deporte. Hoy corre maratones, juega al tenis, practica golf y está muy entusiasmado con el ski, una actividad que cada vez lo atrapa más. Esta historia puede resultar típica o familiar, con una diferencia: como resultado de una poliomielitis temprana, Jean es discapacitado motriz, un detalle que, a la luz de todas las actividades que realiza, resulta casi anecdótico.

EM: ¿Cuáles fueron los obstáculos que tuvo que enfrentar al momento de llevar a cabo esta Fundación?

JM: Más que todo, aquello que tiene que ver con regulaciones y parte legal. Pero siempre me aseguré de estar bien informado y asesorado.

EM: ¿Qué aprendió en el recorrido que realizó al Himalaya?

JM: Principalmente aprendí que las limitaciones de uno están sólo en tu cabeza. Cualquiera puede intentar lo imposible.

EM: ¿Qué mensaje les daría a las personas con alguna discapacidad?

JM: Lo difícil se hace, lo imposible se intenta. Que los miedos no los paralicen para animarse más.

EM: ¿Cuál es tu próximo proyecto?

JM: Me estoy preparando para cruzar los Andes a caballo.

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