Los vecinos de la calle 25 de Mayo al 400 de Villa Allende denuncian ruidos excesivos, falta de limpieza y otros problemas ocasionados por un depósito de la empresa RED-COM SRL que se encuentra en la intersección con el arroyo Saldán.
Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info
[dropcap]L[/dropcap]o que parece ser una tranquila calle del centro de Villa Allende esconde una problemática que desvela a los vecinos de la zona. Y es que, hace poco más de un año y medio, se instaló un depósito de la empresa local RED-COM SRL (dedicada a la ingeniería, construcción y mantenimiento de redes de comunicación) en una casa ubicada en la calle 25 de Mayo al 400, en la intersección con el arroyo Saldán, a metros del colegio 17 de Agosto.
Desde entonces, los residentes de esta sección de barrio Las Rosas denuncian diversas molestias ocasionadas por la actividad desarrollada en el predio: ruidos molestos y excesivos, permanente movimiento de vehículos, mal estado de la vereda y el frente de la casa, inseguridad, acumulación de grandes rollos de cable y otros residuos, entre otras.
«Más allá de que nuestras propiedades han bajado de valor (porque, ¿quién compraría mi casa al lado de este basural?), lo que más ha bajado es nuestra calidad de vida. Yo estoy con ojeras hace meses porque de lunes a sábado me despierto a las seis de la mañana por el ruido de los autos gasoleros con escape libre y los gritos de los empleados», comentó a El Milenio Marcelo Ferretti, vecino cuya tapia colinda con el depósito.
La situación se agrava porque, cada cierto período, acude un camión de grandes proporciones con una grúa que retira los rollos de cable acumulados, produciendo mucho ruido y molestias en la circulación. En dos ocasiones, en febrero y mayo de este año, los vecinos llamaron a los inspectores municipales, quienes constataron con un decibelímetro que el ruido generado por la actividad excedía los límites establecidos por la ordenanza municipal 463/84 de ruidos innecesarios. Según afirmaron los vecinos, en ninguno de los dos casos el personal dejó de trabajar y los responsables del depósito se negaron a firmar las actas de infracción.
«A mí me da mucha pena como está este lugar, una casa tan bonita, ahora llena de coches, basura y ruido, ni la vereda arreglaron. Encima parece que tienen un taller trucho porque a la noche salen acelerando como si fuera una pista de carreras, se juntan a hacer asados, ponen música, gritan. Y cuando viene el camión ni hablar, la última vez fue al mediodía justo cuando salían los chicos del colegio, un desastre», aportó a su vez Teresita Antinori, la vecina del frente.
A raíz de esta situación, el 30 de marzo del año pasado los vecinos presentaron una nota con casi 60 firmas solicitando a la Municipalidad que tomase “medidas urgentes” al respecto. También se reunieron con diversos funcionarios municipales, incluyendo el Secretario de Gobierno, Nicolás García, y el intendente, Eduardo Romero, pero, según aseguran, no han recibido respuesta a su reclamo.
«No hay una apertura al diálogo sincera por parte de ellos ni del señor Ledesma, que es quien maneja el depósito. Agotamos todas las instancias y sentimos que nos han hecho perder el tiempo. Nuestro pedido es que se vayan. Este no es lugar para una actividad así. Vivimos acá hace 30 años, pagamos como zona residencial y nuestros impuestos son de los más caros», aportaron a su vez, Horacio y Marta Staude, vecinos de la cuadra.
«¿Cómo puede ser que el interés comercial de una persona, por más que tenga cuarenta empleados, esté por encima del interés colectivo de un barrio? Nosotros no tenemos nada en contra de los empleados ni queremos que pierdan su trabajo, pero el fin no justifica los medios. Lo único que queremos es volver a vivir en paz», concluyó Ferretti.
Respuesta oficial
Por su parte, desde la Municipalidad señalaron que tienen presente el reclamo vecinal pero que se trata de un escenario difícil. «Hemos intimado al dueño de la casa, hemos intimado a la gente de la empresa, incluso lo clausuramos unos días el año pasado hasta que no cerraran bien el predio y limpiaran todo. Es una situación compleja, han amenazado con dejar a la gente sin trabajo. Pero comprendemos totalmente a los vecinos y vamos a tomar las medidas necesarias para solucionar este problema», señaló Nicolás García, el Secretario de Gobierno.
«No hay ninguna reglamentación que impida poner cualquier tipo de actividad en cualquier lugar de Villa Allende. Pero cada actividad tiene una regulación particular que debe cumplir (en materia de seguridad, estacionamiento, contaminación, ruido, etc.). Esa normativa es la que hace prácticamente imposible que ciertos emprendimientos se instalen en algunos lugares, porque es muy difícil que puedan cumplir con todos los requisitos», aclaró por su parte Emilio Sisalli, responsable del área de habilitación de negocios municipal.
A su vez, señaló que el depósito está inscripto desde la gestión anterior, pero que aún no cuenta con la habilitación definitiva. «Les falta el certificado de bomberos, pero como eso lo hace la Provincia y se demora, se les otorga una prórroga mientras traigan la constancia de que tienen el trámite iniciado», explicó el funcionario, aunque agregó que, de comprobarse las denuncias de los vecinos sobre el funcionamiento de un taller mecánico, también necesitarían la aprobación de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
«El depósito tiene que cumplir normas de seguridad, cuidar el tema del ruido (me consta que tienen actas por ese tema), el estacionamiento, la limpieza general (que los rollos de cable no estén directamente apoyados en el piso, que no estén muy cerca de la medianera, etc.), mantener la vereda y demás. Ellos tienen que desarrollar su actividad sin molestar a nadie, como cualquier ciudadano», manifestó Sisalli.
«Hay ciertas cosas que están incumplidas, pero hay que seguir el procedimiento legal que corresponde. Obviamente que no se quiere llegar a una clausura, pero es cierto que, si bien es una fuente de trabajo importante, tampoco es justificativo para que no cumplan lo que establecen las ordenanzas», expresó el funcionario y defendió la posibilidad de llegar a un arreglo consensuado entre las partes.
Del otro lado
RED-COM SRL es una sociedad que desarrolla trabajos de ingeniería y construcción de redes para compañías de comunicación como Cablevisión, Telecom y Claro. «La empresa surgió hace ocho años, funciona en pasaje 17 de Agosto 78 (Villa Allende) y actualmente tiene 150 empleados, el 95% de los cuales son de Villa Allende», explicó Alfredo Ledesma, socio gerente de RED-COM.
Con respecto al predio de la calle 25 de Mayo (uno de los dos que tiene la empresa), el responsable señaló que «el mismo funciona para guardar vehículos, herramientas y material de trabajo” y que “no tiene matricería ni ninguna otra actividad que produzca ruido». «Allí trabajan 40 personas. La actividad es solo a la mañana y a la tarde. Por una cuestión de seguridad, se decidió que nosotros saliéramos antes que los chicos entren al colegio y es lo que cumplimos actualmente», explicó Ledesma y negó haber tenido «un acta o denuncia por ruidos».
«Lamentablemente no estamos encontrando otro lugar en Villa Allende suficientemente apto para nuestra actividad. Yo le ofrecí a la Municipalidad que, si tenían algún inconveniente, yo cerraba la empresa y dejaba cuarenta personas en la calle. Es la solución que les di», declaró el representante de la empresa y añadió que está dispuesto a reunirse con los vecinos o el gobierno tantas veces como se lo soliciten.
