Juega al fútbol desde los 5 años. Su sueño estuvo a punto de cumplirse, pero sus padres decidieron que no era el momento.
Por Delfina Dowling. 4°A IMVA
Tomás Ritondale tiene 15 años. Su pasión por el fútbol trasciende cualquier interés de su vida. Desde su lugar como defensor en la cancha espera triunfar en algún club de primera.
En diciembre de 2015, Tomás fue convocado por el Club Atlético Boca junior y simultáneamente por el Inter de Milán, Italia para comenzar a jugar a la pelota. Pero su sueño tuvo que ser postergado porque sus padres consideraron que no era el momento.
«Mis padres quisieron que yo terminara mis estudios acá», afirmó Ritondale.
Desde su lugar en Villa Allende, la joven promesa practica fútbol en el Club Deportivo Atalaya.
«Los clubes de Sierras Chicas sí podrían practicar fútbol profesionalmente», contó Ritondale a El Milenio, quien además dijo: «Me gustaría continuar con esa afición porque es mi sueño».
