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Silvina Lazzarini: «Para mí, la búsqueda del arte es la búsqueda de la libertad”

Ganadora del Premio Pintura Bancor del año 2014, Silvina Lazzarini es una de las grandes artistas del circuito de arte plástico federal.

Ganadora del Premio Pintura Bancor del año 2014 y vecina de Unquillo desde toda su vida, Silvina Lazzarini es una de las grandes artistas del circuito de arte plástico federal. Hablamos con ella de su formación académica y artística, su arte en sí mismo y su relación con Sierras Chicas.

Por Mirco Sartore | mircosartore@elmilenio.info

Matías Mazzia, Santiago Cacho, Camila Bergel, Clara Spinosa. 4° IENM.

«Me gusta explorar los lenguajes, me gusta la construcción hacia la libertad del ser, siempre lo que intento buscar es el ser…»

[dropcap]E[/dropcap]l Milenio: ¿Cuál ha sido tu formación a nivel artístico?

Silvina Lazzarini: Estudié Arquitectura y me recibí en la Universidad Nacional. Después, ingresé en la Escuela de Arte, más específicamente en la Licenciatura en Pintura: una carrera que no terminé, porque me quedaron tres materias. Después de eso hice una preparación técnica de arte. Durante la carrera de Arquitectura tuve una preparación específica, porque estuve como ayudante en cátedras, pero lo que siempre me interesó más fue el arte plástico.

En realidad, yo después de estudiar arquitectura, que, aclaremos, es una carrera muy estructurada, lo que hice fue sacarme todas las formalidades y las estructuras de arriba, me tomé mucho tiempo para desandar lo aprendido, e incorporé conocimientos de otra manera que tuve el ingenio de trasladarlos a los campos de la sensibilidad, de la intuición. El arte fue lo que me lo permitió.

Hoy en día el arte se fue más para el lado conceptual y hacia el mercado, hacia los sistemas dominantes. Entonces, para mí, la búsqueda del arte es la búsqueda de la libertad.

EM: ¿Cómo te definirías como artista?

SL: Me gusta explorar los lenguajes, me gusta la construcción hacia la libertad del ser, siempre lo que intento buscar es el ser, que es el ser individual y el colectivo, creo que esa es la gran aspiración de todo artista, o, por lo menos, es lo que para mí debería ser.

EM: ¿Cuándo empezaste a dedicarte efectivamente al arte?

SL: Siempre sentí que era lo mío. Por supuesto, me dediqué a la arquitectura un tiempo, pero después lo dejé todo para centrarme en el arte. En realidad, yo tenía un ingreso seguro y posibilidad de estar tranquila con la arquitectura, pero también sentí que si no me dedicaba o si no me jugaba por lo que yo quería, era yo y el arte, mi arte, lo que se perdía. Lo que uno hace está totalmente ligado a los sentimientos y a lo que define tu vida, tu destino. Dejé todo, fue un cambio total de vida. Empecé a vivir en las inseguridades, pero al cambiar de rumbo, al jugarse por lo que uno quiere, la misma actividad te lo devuelve. Creo que la vida es muy corta y las posibilidades también, así que sino las aprovechás al máximo, se pierde lo que hay dentro de uno.

«Hoy en día el arte se fue más para el lado conceptual y hacia el mercado, hacia los sistemas dominantes. Entonces, para mí, la búsqueda del arte es la búsqueda de la libertad».

EM: ¿Te metiste en otras áreas del arte además de la pintura?

SL: Siempre he trabajado mucho con la pintura, sobre todo el óleo, también el dibujo, he hecho trabajos experimentales dentro de lo clásico, en collage con lanas…Este último me permitió hacer muchas rupturas, porque en sí mismas, las técnicas del arte son las operaciones que hay dentro de uno. También trabajo mucho con bordados y ahora estoy con algunos escritos; indago en el lenguaje de las palabras. La idea es trabajar todas las facultades que tenemos.

EM: Retomemos, ¿Qué técnicas utilizás respecto de las pinturas?

SL: En la pintura trabajo con óleo. Si hay algo que me gusta son los colores. Creo que son maravillosos, porque están dentro de nosotros: son nuestra energía que al plasmarlas en la pintura representamos sensibilidades que definitivamente tienen que ser compartidas.

EM: ¿Qué aspectos tuyos se ven plasmados en la pintura?

SL: Yo trabajé mucho tiempo en una búsqueda interior a través de la pintura y otras técnicas. Encontré y representé  espacios que compartimos; pertenecientes a la memoria colectiva. Al buscarme a mí, encontré cosas que son de todos. Todo lo que hacemos son representaciones de nuestra interioridad, un reflejo de lo que tenemos adentro.

EM: ¿Cuál es tu fuente de inspiración?

SL: He pasado por muchas etapas con respecto a eso. En los primeros tiempos,  mi fuente de inspiración fueron los grandes pintores. Después, eso se quedó atrás. La constante para mí siempre fue indagar sobre los opuestos: la creación y la destrucción.

No hay creación sin destrucción, mi tarea es buscar ese borde donde está la riqueza conjunta entre esos dos estados. Digo esto porque en nuestra sociedad, si vos hablás de destrucción, podés pensar ciertas cosas que siempre quedan ligadas a la violencia. La realidad es que si vos trabajás los dos aspectos, ves la realidad tal cual es.


«Yo trabajé mucho tiempo en una búsqueda interior a través de la pintura y otras técnicas».


EM: ¿El hecho de que  vivas en Sierras Chicas influyó en tu carrera artística?

SL: Creo que ya traigo la pertenencia  desde que nací. Es muy fuerte, en ese sentido, el espíritu del arte, esa rebeldía liberadora… Siento que son raíces muy profundas que están ligadas a mí y a mi arte. Por ahí no hace falta estudiar muchas cosas, porque todo está adentro nuestro. Nosotros tenemos una capacidad en la memoria de recordar lo nuestro y lo que es compartido. Incluso podés dedicarte  a hacer un montón de actividades sin tener conocimiento previo, pero eso siempre tiene que hacerse desde el corazón…

EM: Ésta es una región con gran cantidad de artistas ¿Creés que deberían mejorarse las políticas de fomento cultural?

SL: Sin duda: creo que hoy en día el arte en Sierras Chicas está en decadencia, sobre todo en este momento político de Unquillo. Creo que la cultura no tiene ningún lugar. No hay una política cultural, en otros momentos la hubo en distintas formas, pero hoy en día directamente ya no la hay. También creo que eso tiene que ver con la comunidad y con qué es lo que se entiende por cultura.

EM: ¿Se te han abierto las puertas por vivir acá? ¿Creés que como lugar te recibe bien artísticamente?

SL: Sí, yo no me puedo quejar. He hecho tres muestras individuales en el museo Spilimbergo. En realidad, a mí nunca me ha preocupado el estar forzando situaciones para llegar a un determinado lugar. Uno está y las cosas se dan en el momento justo. El tema es estar dentro de esos movimientos, dar y tomar lo que uno cree. Yo no estoy metida en el sistema dominante, me muevo con la vida misma en la comunidad, interactúo con lo pequeño y salgo del circuito tradicional.

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