Preservar el medio ambiente es una de las premisas sociales que más peso y conflicto ha generado en los escritorios tanto de políticos como de ciudadanos. Sólo en los últimos días se dio a conocer un nuevo proyecto de ley presentado en la provincia para eliminar aquella vegetación que es considerada una plaga, especialmente en Sierras Chicas.
Alberto Bustos Senesi, ex legislador radical, es el impulsor del proyecto que quiere declarar como peste o plaga a varias plantas y árboles que son consideradas exóticas y que según los especialistas influyen y modifican al medio ambiente de la región, generando pérdidas de especies propias del actual bosque nativo.
Árboles y arbustos como zarzamora, olmos, moras, grataegus, siempre verde, acacias negras, entre otros, son considerados invasores e integran la lista negra de plagas vegetales. Además, no se trata de una simple observación de lo que es considerado como invasor sino que además las zonas más afectadas por esta alteración ambiental son el corredor de Sierras Chicas y el norte y oeste de la provincia.
Según el creador del proyecto si estas especies son declaradas plagas de manera oficial por la provincia, las personas no podrían ser sancionadas por usar estas especies como leña o con fines lucrativos.
Desde las viñas serranas ya existen programas que buscan paliar este tipo de problemáticas previniendo la invasión de especies como el siempre verde o la mora que abundan en la región. Uno de los ejemplos de oficinas ambientales activas en la preservación y reforestación de bosques nativos es el espacio dirigido por Germán Chaves en Unquillo.
El municipio de los unquillenses ya se había pronunciado al respecto durante la presentación del proyecto socio ambiental para la reforestación y gestación de árboles a través de las escuelas.
Por aquel entonces Germán Chaves sostuvo: “Nosotros tenemos como meta ir cambiando el paradigma de lo que es la vegetación en Sierras Chicas que, por distintos motivos, ha sufrido modificaciones y hay más porcentaje de plantas exóticas que nativas. Eso no solo cambia el paisaje del bosque sino también la fauna, ya que los alimentos que se generan no son los mismos. Nuestra meta es generar conciencia para que la gente paulatinamente vaya cambiando lo exótico por lo nativo”, y agregó: “Específicamente lo que se busca, en el caso de Unquillo, es reforestar todos los espacios públicos, haciendo hincapié en lo nativo, todo lo que es margen y ribera del río y también concientizar a la gente con lo que es el arbolado urbano, para que siembre plantas autóctonas».
