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Inicios en la evolución de la medicina

A pesar de que es moneda corriente el uso de terapias alternativas en el cordón serrano, el cannabis abre la puerta a un nuevo debate sobre los usos y aplicaciones.

Colaboración: Florencia Giolito.


Controversial y de larga data en la historia del mundo, el cannabis medicinal sigue dando de qué hablar y ahora Sierras Chicas se suma al debate. El uso y el beneficio de Cannabis Sativa como medicina es ampliamente conocido y el corredor serrano no es inmune a estas tendencias de la salud. Así quedó demostrado tras la conferencia del Dr. Carlos Laje en Río Ceballos, donde alentó a la formación de una clínica cannabica por la cantidad de pacientes de la región que optan por esta terapia.

El encuentro contó con una amplia concurrencia de familias y personas mayores, como así también curiosos que se inclinaron por una aceptación y una bienvenida a un tratamiento que soluciona un amplio espectro de enfermedades y trastornos psicofísicos. Muchos de los presentes dejaron en evidencia el agotamiento por el consumo de múltiples pastillas que combaten enfermedades y dolores que aun así, persisten en el cuerpo.

El uso del Cannabis Sativa en la medicina se remonta varios años atrás, donde distintas culturas estudiaron científicamente a la planta y descubrieron que los canabinoides THC y CBD (tetrahidrocannabinol y cannabinol) se encuentran en nuestro cuerpo generados a través del sistema endocanabinoide. En los principios, la acción cannabica fue aplicada para reducir náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia, como así también para combatir el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH. Hoy día la terapia es utilizada para batallar contra todo tipo de padecimientos y para mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos, independientemente de su edad.

En términos científicos, el especialista sostuvo que desde la década del 90 se conoce la existencia del sistema cannabico en las personas, sistema poco explorado por la ciencia. “Dentro de la anatomía humana todos contamos con lo que se denomina sistema endocanabinoide, este es regulado por una sustancia denominada Anandamida, la cual a su vez compartimos con la composición de la planta. Al aportar canabinoides a nuestro cuerpo estimulamos nuestro propio sistema y mejoramos su funcionamiento en general. Y esa activación puede hacer que, síntoma y signo de una enfermedad o patología cualquiera, disminuya significativamente”, explicó el Dr. Laje.

Desde Epilepsia, Parkinson, Ela, Esclerosis Múltiple, Diabetes, Depresión, Ansiedad, Trastorno de Sueño, Alzhéimer, Migrañas, Cáncer, Síndrome de West, TGD, TDHA, TOC, Ansiedad, Neuropatías, Dolor crónico, Glaucoma, Artritis, Artrosis, entre otras, son algunas de las enfermedades más frecuentes de los pacientes de la Clínica Cannabica en Córdoba.

“Mi hija tenía migrañas constantes desde muy chica y yo decidí tratarla con cannabis. Su trastorno terminó y ahora quiero que se anime a tratar a su hijo porque tiene los pies planos”

Anónimo 

A su vez, la clínica nació a través de una necesidad personal de la familia Laje, tradicionalmente dedicada a la salud. “Mi padre, un prestigioso oftalmólogo de esta ciudad, me inició en mis primeros conocimientos al respecto. Hace ya cinco años que dedico mi vida a la investigación del cannabis medicinal. Cuando vi los beneficios que este producto otorga para la salud de la sociedad, decidí trabajar arduamente para que sea legal y sea para todos”.

De esta manera, la clínica se forma en el propio hogar del Dr. Carlos Laje: “En mi casa están mis raíces, puedo dar lo mejor de mí sin hacer de ello un negocio. Recibir personas en mi casa es hacer de esas personas parte de mi vida y mis pacientes lo son”, aseveró el Doctor.

La clínica del Cannabis Sativa 

La clínica del Dr. Laje es la primera institución que brinda asistencia profesional a cientos de personas que buscan un paliativo al dolor. Hoy el proyecto ambiciona la expansión a nivel nacional y la mirada también está puesta en las Sierras Chicas.

El Milenio: ¿Cómo está conformado tu equipo?

Carlos Laje: Mi equipo está conformado por otros médicos matriculados, especializados en cannabis, homeopatía, nutrición, contamos con muchos profesionales. El proyecto ya está a nivel nacional, hay más de 60 personas trabajando y en lo que es Córdoba hay diez en áreas de salud y cultivo, sumados a los que están en el interior donde también se están abriendo clínicas.

EM: ¿En qué consisten los tratamientos que brindan?

CL: Principalmente el asesoramiento respecto al uso del cannabis, sus efectos y sus métodos de utilización, ya sea en forma de aceites, resinas, cremas o vaporizaciones, facilitando a su vez el acceso a los mismos. El paciente asiste en principio una vez por mes, pero es política de la clínica realizar un seguimiento personalizado de cada uno. Según la gravedad o edad del paciente se hacen controles diarios, semanales, e inclusos domiciliarios.

EM: ¿En qué enfermedades se puede aplicar? 

CL: Cuando uno tiene que explicar científicamente para qué enfermedades puede ser utilizada es difícil. El cannabis tiene una lógica propia, no es que a una enfermedad puede atacar y a otra no. En todas las condiciones, cuando el cannabis estimula el sistema endocannabinoide mejora la calidad de vida de un paciente que está enfermo como la de aquel que no debe enfermarse. Los pacientes que vienen son los que están sufriendo mucho el dolor tanto físico como anímico.

EM: ¿De dónde llegan mayormente los pacientes? 

CL: Hace más de un año que está funcionando la clínica y estamos recibiendo personas de todo el país. Lo que estamos abonando también es el incentivo para que abran sedes en otros lugares, donde el paciente tenga más accesibilidad, tanto geográfica como económicamente y así otros profesionales empiecen a desarrollar estas actividades. He visto en todo el país cerca de 1500 pacientes. En cuanto a las Sierras Chicas es mucha la consulta y por ello el 10 de marzo dimos una charla en Río Ceballos.

EM: ¿En qué formas se trabaja el cannabis y cómo se suministra? 

CL: El aceite es de consumo común de los pacientes ya que es de fácil elaboración, casera incluso. En principio hay que entender y hacerse la idea en la cabeza de que es una planta como cualquier otra planta que se consume. Se suministra en gotas sublinguales, o mediante pomadas, también se puede inhalar mediante la vaporización para lo cual se utilizan aparatos especialmente diseñados.

EM: ¿Qué influencia tienen los laboratorios en el conocimiento sobre este tipo de terapias?

CL: Creo que los laboratorios ejercen una gran presión e impiden el crecimiento y la investigación del cannabis. Si se sigue avanzando grandes laboratorios dejarían de facturar inmensas sumas de dinero como sucede con la venta de medicamentos para el cáncer, HIV, Neuropatías.

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“Yo trato a mi hijo autista y me dio resultados increíbles, ahora puedo acercarme a él, puedo hablarle y abrazarlo”

Anónimo 

 “El elefante blanco pasa y algunos no lo quieren ver” 

Así lo expresó el Dr. Laje para graficar las decisiones de profesionales y pacientes sobre la terapia cannabica. Frente a esta nueva alternativa prevalecen las valoraciones negativas de la sociedad sobre la planta que ha permanecido en la ilegalidad durante muchos años. Sin embargo, en países como Canadá, EE.UU., Uruguay entre otros tantos, la medicina cannabica ya es legal.

EM: ¿Qué diferencia hay entre el consumo común de marihuana y el consumo medicinal? 

CL: Esta es una pregunta muy polémica ya que, por un lado siempre que se ingresen canabinoides al organismo es positivo, y si se fuma se obtienen algunos canabinoides que son beneficiosos, pero a su vez la combustión del papel y la hierba es nociva. En los casos relacionados con la salud no se recomienda fumar. Ya será el momento de que se pregunten si tiene sentido que una planta con estas características sea ilegal. Nosotros siempre abonamos en todos los espacios internacionales por el uso consciente de esta sustancia que es por donde se tiene que empezar a trabajar.

EM: ¿Cómo se lidia con el proceso sociocultural y la aceptación de esta temática?

CL: Hay que trabajar en dos planos. Uno de ellos es con el paciente y la necesidad de extraer de su cuerpo el dolor que no lo deja vivir y lo lleva a morir con dolor y no hay nada peor. Y por otro lado está la opinión pública, donde se tendrá que trabajar explicando lo que es el cannabis en su aspecto terapéutico que puede mejorar la calidad de vida de las personas, pero también la calidad de muerte. Después de 100 años de prohibicionismo es difícil que la sociedad acepte lo que veía como un demonio y hoy pasa a ser la medicina o el pan de cada día de un niño de cinco años que convulsiona. La evidencia científica, empírica y clínica está disponible así que será una cuestión de tiempo.

EM: Sobre los prejuicios de la planta ¿aún prevalecen los prejuicios de los pacientes que ya están bajo tratamiento?

CL: La mayoría de los pacientes llegan con un prejuicio, porque es el valor que siempre se movió en su entorno, pero todos saben que la medicina con la que ellos se tratan asimismo es una decisión personal más que un debate cultural.

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“El cannabis es como una mesa, tiene cuatro patas de acción. Trabaja sobre el sueño, sobre el dolor, mejora el apetito y el buen humor. Cuatro cosas básicas para una buena calidad de vida”

Dr. Carlos Laje 

Entre aduanas: la ilegalidad 

Es el estado en que se encuentran padres y madres que recurren al cultivo del cannabis para salvar la vida de sus hijos. Asimismo, aquellos que pueden acceder a los productos, cuyos costos son elevados, deben exigir su medicina en el exterior. Legal vs. Ilegal sería el nuevo debate que universidades como Harvard ponen sobre el tapete e invitan a profesionales como Laje para aclarar el actual escenario de la medicina.

Asimismo, en nuestro país, a partir del 2016 la legalización de los tratamientos médicos con cannabis fue sancionada y apoyada por mayoría en la cámara de diputados. Sin embargo, falta reglamentar el acceso a todos los productos y los modos de cultivo.

EM: ¿Su lucha legal ambiciona también la despenalización general del uso de la marihuana?

CL: Nuestro objetivo es que se despenalice el uso de la planta, pero por supuesto el uso medicinal es el que nos interesa. El resto vendrá por añadidura, respetando las libertades individuales como lo hace el estado con el alcohol, el tabaco o los psicotrópicos. Desde el punto de vista personal y como médico puedo alegar a que se regule la producción y el acceso al cannabis en todo el territorio argentino.

EM: ¿Cómo es y ha sido la recepción de sus colegas profesionales de la salud?

CL: Hemos observado con agrado que la Neurología, Oncología y médicos del dolor, han comenzado a considerarla una opción. Los médicos saben muy bien el campo de acción medicinal de la planta así que nos derivan pacientes. De todos modos, hay 135 mil médicos en la Argentina y sólo dos médicos como el doctor Morante y yo, hacemos público lo que ellos llaman apología del cannabis medicinal.   

Los cultivadores como instructores 

Villa Allende es otra de las localidades serranas que ve surgir al cannabis como una de las medicinas alternativas más elegidas entre sus ciudadanos. Una vez a la semana un grupo de vecinos, madres, adultos se reúnen para brindar ayuda y apoyo durante los tratamientos. 

“Hace seis años que me dedico a este tipo de terapias, arranqué como una cuestión personal de padecimientos, pero de a poco me fui formando. Aprendí de cultivo y de medicina”, contó Raúl Nasi, en diálogo con El Milenio, encargado de las charlas y de la terapia y productor del medicamento. 

“Es una medicina segura que no tiene sobredosis ni efecto rebote. El cannabis es una medicina de calidad porque anula el dolor y no tiene repercusiones secundarias en el cuerpo. La ingesta de otras pastillas como los tratamientos alopáticos repercuten en el estómago y eso quiere decir que no es de calidad”, argumentó el especialista. 

A partir de que el cannabis comenzó a ser parcialmente legalizado, cultivadores y doctores del dolor aumentaron en importantes proporciones la cantidad de sus pacientes. “Si en dos años las autoridades no coordinan la ley con la Constitución esto puede agravarse. Hoy en día la gente la utiliza, aunque sea ilegal y ya no se mira la ley. Directamente buscan conseguirlo y no se preocupan por el tema legal”, argumento Nasi sobre los avances y retrocesos de esta controversial planta y agregó: “Hay mucho entusiasmo, cambios de vida y agradecimientos. Muchas veces a las personas les dicen que no tienen cura y con el cannabis se logra recuperar la calidad de vida, se trata de un cambio muy importante. Es muy fuerte ver cómo se recupera una persona con cáncer y que a su vez recupera su vida. Esa es la sorpresa del cannabis, el cambio de vida”. 


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