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María Estela Palero: “De la violencia se puede salir”

María Estela Palero, más conocida como Pate, es un referente de la lucha contra la violencia de la mujer en Sierras Chicas. Desde su lugar de periodista, autodefinida como feminista, acompaña y promueve la igualdad de género.

María Estela Palero, más conocida como Pate, es un referente de la lucha contra la violencia de la mujer en Sierras Chicas. Desde su lugar de periodista, autodefinida como feminista, acompaña y promueve la igualdad de género.


Por María Emilia Soria | emiliasoria@elmilenio.info

Colaboración: Belén Tarditti y Priscila Carrera. 4°B IENM.

Lourdes Walker y Julieta Cevasco. 4°B IMVA.


Pate Palero 1


[dropcap]E[/dropcap]n entrevista con El Milenio, «Pate» contó su historia sobre esta guerra contra el machismo que ella misma describe como arcaica.

El Milenio: ¿Qué es la violencia de género?

Pate Palero: Es un emergente de una sociedad desigual. Una sociedad que ha sido construida desde hace mucho tiempo donde el patriarca es el hombre más grande de la comunidad, y él es el que toma las decisiones sobre las mujeres, niños y ancianos.

Y la violencia viene a ser una forma de expresión extrema de esa desigualdad, donde la mujer tiene que estar al servicio o en beneficio de este hombre, y cuando eso no ocurre se produce la violencia para dominar, para que esas mujeres obedezcan. En general se ejerce desde el varón hacia la mujer, pero no estrictamente.

EM: ¿Tenés un porcentaje de los femicidios que ocurren en Sierras Chicas?

PP: Las estadísticas que tenemos son muy débiles, de hecho, a nivel nacional se han empezado a unificar los criterios y a contabilizar esas muertes causadas por el machismo desde el año pasado. Y aun así sigue habiendo discusiones.

Nosotras tenemos de Córdoba un registro un poco más metódico, más atento y con más información; porque hasta aquí lo que se contabilizaba eran los casos que salían en la prensa, entonces era la única forma de contarlos.

EM: Cuando hablas de nosotras, ¿a qué grupo te referís?

PP: Yo integro una red que se llama Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación no Sexista –PAR-. Nosotras venimos trabajando desde hace 9 años en la violencia de género y en qué pasaba con los femicidios en Argentina. Éramos periodistas que estábamos sueltas en distintos medios, y que nos encontrábamos en algún lugar, en capacitaciones, en los encuentros de mujeres, y decidimos conformarnos como red para decir “¿Qué pasa con todas estas mujeres que mueren y que no se registra cual es el problema?”.

EM: ¿A qué se llama femicidio?

PP: Femicidio son las muertes violentas de mujeres por razones de género, por machismo. No es un accidente donde muere una mujer, un asalto. Para nosotras es femicidio hasta que se demuestre lo contrario.

Es una posición extrema y es una definición más política, porque nosotras entendemos que hay una desigualdad hacia las mujeres, también en los delitos urbanos. Las mujeres están más expuestas a los delitos urbanos que los hombres, entonces nosotras creemos que de entrada un ladrón, un asesino, alguien que quiere cometer un delito elige antes a una mujer que a un varón, entonces para nosotras de entrada es un femicidio.

EM: Desde tu lugar de periodista dentro de este grupo, ¿cómo has visto crecer este movimiento?

PP: Impresionante. Nosotras empezamos esta red con esa preocupación de que nadie hablaba del tema, y donde nosotras íbamos éramos las fanáticas, las feministas.

Entonces nosotras nos propusimos como primer objetivo de la red erradicar la expresión crimen pasional, que era algo que se usaba mucho. Y porque nos parecía que teníamos que dejar de decir crimen pasional porque nos parecía que la pasión y el amor no tenía que asociarse con la muerte, que no se podía seguir explicando una muerte por el amor.

EM: ¿Cuantas periodistas actualmente integran la red?

PP: Creo que están siendo 150 más o menos en todo el país. En Sierras Chicas tenemos un combo muy importante; somos 3 en Mendiolaza, 1 en Unquillo, 3 en Argüello, un núcleo poderoso en la zona, somos alrededor de 15.

EM: ¿Hay algún centro de ayuda para la mujer en Sierras Chicas?

PP: No hay refugios. La provincia destina fondos en asistencia cuando hay casos límites, para pagar un hotel o un alquiler.


Lo importante es que de la violencia se puede salir, porque hay veces que parece que nos abruma esta situación, que nunca se va a acabar. Nosotras insistimos que de la violencia se sale, se sale hablando. Básicamente se debe salir del aislamiento y del silencio en el que general las mujeres están. Lo primero que ocurre antes de que se produzca el golpe, el grito, es el aislamiento.


En la zona de Sierras Chicas hay una unidad judicial en Villa Allende. Hay números de teléfonos que siempre hay que tenerlos a mano, el provincial 0800-888-9898 y el nacional 144 que recibe todo tipo de violencia.

EM: ¿Qué le recomendarías a una mujer que sufre por violencia de género?

PP: Yo siempre creo que pedirles más a esas mujeres es mucho. Yo le pido mucho a la comunidad, a la familia, a los vecinos, a los compañeros de trabajo. Pero la clave es que hablen con alguien, que se hagan acompañar, que se hagan asesorar.

En general son mujeres que están muy golpeadas, a veces no en lo físico sino en lo psicológico, entonces hay que estar acompañándolas, hay que hacerles saber que ellas merecen una vida libre, sin violencia. Ese es el lema que todos merecen “una vida sin violencia”.

EM: ¿Cómo definirías esta violencia simbólica?

PP: Es la violencia que se multiplica a través de todos los recursos culturales, todo lo que es bienes inmateriales, mensajes de la educación, del arte, de los medios. Esa violencia intangible para mi es la más grave, porque es la que avala las otras violencias físicas.

EM: ¿Qué otras cosas crees que se podrían hacer en Sierras Chicas?

PP: A mí personalmente me gustaría que en cada localidad se brindara un lugar en donde pudiéramos hablar de lo que nos pasa, como una manera de compartir un momento entre mujeres, para quienes lo necesiten y para aquellas que estén dispuestas a ayudarlas a superar esta situación. Porque creo que escucharnos, aconsejarnos y acompañarnos es la mejor manera de salir adelante.

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