AIRE, Atención Integral y Rehabilitación, es el único centro especializado en la rehabilitación neurológica en Sierras Chicas, representando una oportunidad antes inalcanzable para muchos.
Por Sofía Bobbiesi y Valentina Sastre (4° IENM)
El licenciado en Kinesiología y Fisioterapia, Pablo Ceballos, es el encargado del Centro de Atención Integral y Rehabilitación AIRE, que se encuentra en la ciudad de Villa Allende.
El Milenio: ¿Cómo surgió AIRE en Sierras Chicas?
Pablo Ceballos: El consultorio surgió con mi madre, Marta, que empezó a trabajar en su propia casa 35 años atrás. De pronto la demanda de pacientes empezó a crecer cada vez más al punto tal que era la misma carrera, la misma profesión y la casa fue dejándole lugar a un consultorio. Marta se tuvo que construir otra casa en el terreno de atrás del consultorio, y esa casa de mi infancia se modificó para recibir a personas con necesidades físicas y en busca de ayuda. Hoy es AIRE.
EM: ¿Sólo se trabaja con discapacidades neurológicas?
PC: Se trabaja con personas con discapacidades neurológicas fundamentalmente, pero otras alteraciones traumatológicas y respiratorias también se atienden. Se trata gente con hemiplejia, cuadriplejia, parálisis cerebral, alteraciones neurológicas sindrómicas.
EM: ¿Quiénes son sus pacientes?
PC: Son personas de todas las edades, niños, jóvenes y adultos, principalmente de las localidades de Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo, Saldán, Argüello y en ocasiones de la ciudad de Córdoba. También se trabaja a domicilio.
EM: ¿Es más complicado trabajar con niños?
PC: Con niños es más simple porque se lo hace a través del juego; en cambio un adulto ya viene con unas funciones motoras de hace muchos años y les cuesta más organizarlo en su nuevo patrón funcional, su nueva forma de funcionar con la discapacidad. Es importante hacer un trabajo que los motive y que realmente encuentren frutos en las actividades que hacen a diario.
EM: ¿Con qué obras sociales trabajan?
PC: Todo tipo de obra social y a todas aquellas personas que no tienen ninguna o económicamente están pasando por una situación compleja, se busca la manera de que su rehabilitación no sea un problema más, que su discapacidad tampoco lo sea. Tratamos de ayudarlo en lo que podemos, de eso se trata nuestra carrera también.
EM: ¿Cómo está compuesto el personal?
PC: Somos trece personas las que trabajamos en esta institución de la zona de Mendiolaza, Villa Allende, y Argüello. Contamos con una secretaria, tres fonoaudiólogas, cuatro kinesiólogos, una trabajadora social, una médica fisiatra, dos psicólogas y una psicopedagoga.
EM: ¿Qué relación se entabla con el paciente fuera del ámbito laboral?
PC: Siempre digo que uno hace un vínculo con la persona que se está tratando desde lo afectivo también, se compromete con lo que está haciendo. Tiene que ver realmente con que la persona se sienta cómoda, se sienta a gusto, motivada para trabajar, sentirse plena y no sumarle más dificultad y más angustia a la que ya tiene. Realmente hay que tener un compromiso importante con el paciente, más que nada cuando uno elige trabajar y estudiar una carrera como ésta.
Si ha habido relaciones fuera del ámbito laboral siempre es con relación a un objetivo específico. Por ejemplo integrar a una familia, hacer juntadas, alguna peña o tiene que ver con que la persona se sienta integrada socialmente; entonces se hacen estas reuniones extras.
EM: ¿Cómo es el ámbito laboral?
PC: AIRE es un centro de rehabilitación en donde el principal aporte que nosotros ofrecemos como profesionales es el compromiso y la entrega con todo nuestro profesionalismo y permanentemente estamos pensando en resolver situaciones. Creo que se permiten muchas cosas que hace que la persona se sienta a gusto, un lugar donde queremos que la familia participe en la recuperación de su pariente, de su hijo, o de su papá. Buscamos que sea un ambiente cómodo y agradable, donde tomar mate o escuchar música no sea algo descabellado sino que también forme parte de la salud emocional de las personas.
