Estos son los dos objetivos que actualmente motivan a Cristian Álvarez, coordinador de Defensa Civil en la ciudad de Mendiolaza. A pesar de su reciente formación, el área trabaja arduamente para prevenir cualquier tipo de accidente, haciendo hincapié, hoy en día, en evitar que se repitan los sucesos de febrero del 2015.
Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info
Colaboración: Diego Luciano Fuchs y Franco Paviatto Colazo (IMVA), Guadalupe y Agostina Favaro (IENM).
En Mendiolaza, los vecinos lo conocen como “el bombero” y no están muy desacertados, ya que efectivamente Cristian Álvarez trabaja dentro del Plan Provincial de Manejo del Fuego, en el marco del Ministerio de Gobierno y Seguridad, y fue jefe de la Cuarta Sección de Bomberos Voluntarios, que abarca los cuarteles desde Jesús María hasta Malagueño, aunque de chico quería ser veterinario y en algún momento pasó por el profesorado de Geografía.
Sin embargo, a partir de las inundaciones de febrero del 2015, Álvarez fue designado por la Provincia para coordinar las acciones de defensa civil en Mendiolaza, cargo en el que fue confirmado oficialmente el 10 de diciembre del año pasado y que incluso lo ha impulsado a mudarse a esta localidad.
«Más allá de que me gustó, no me sentía bien con esto de que yo venía todos los días, trabajaba, trataba de convencer a los vecinos de que íbamos a estar bien y después volvía a mi casa, en el centro, donde si llovía el agua pasaba por la calle y no iba a venir una creciente o un incendio. Como que era fácil decirlo desde afuera. Vivir acá es lo que le da la confianza a la gente y a mí el conocimiento de campo que se necesita en esta área. Lo más difícil fue convencer a mi familia, mi señora todavía me quiere matar», contó riendo el flamante coordinador.
“Me gusta mucho trabajar para ayudar a la gente y tratar de encontrar el porqué de ciertos eventos, sobre todo climáticos, y ver de qué manera los solucionamos. Proteger y defender es lo que motiva mi trabajo», añadió.
Objetivo transversal
Según explica Álvarez, Defensa Civil es un área transversal, no sólo porque de ella participan los demás funcionarios municipales, sino fundamentalmente porque su tarea atraviesa todas las direcciones y secretarías municipales: «participar, intervenir, colaborar y prevenir en todo lo que pueda llegar a significar la causa de un accidente», desde una calle mal trazada que bloquea una salida de seguridad, hasta un incendio o una inundación.
«En la actualidad lo más fuerte que se está trabajando es el tema de las inundaciones, porque a partir del 15F nos dimos cuenta que, lamentablemente, muchas situaciones se habían pasado por alto. Todo esto sin descuidar el tema de los incendios, que en esta región es muy delicado porque es una zona de interface, donde se une la vegetación de monte y la ciudad, y otros temas como los accidentes de tránsito y la circulación en las dos rutas que tenemos», señaló Álvarez.
En cuanto al presupuesto asignado a su área, el funcionario comentó que está conforme pero que «nunca alcanza». «Si quisiéramos una Defensa Civil realmente bien aceitada deberíamos tener muchísimos más recursos. Pero la realidad es que los municipios se encuentran en situaciones críticas económicamente», manifestó el coordinador. En este sentido, destacó la relación fluida que Mendiolaza mantiene con la
Provincia y puso énfasis en la necesidad de coordinar con los demás municipios del corredor para sumar recursos.
Nunca más
La inundación del 2015 fue un evento que afectó a todo Sierras Chicas, pero para Cristian Álvarez fue determinante, ya que provocó la creación del área que actualmente encabeza y cuyo principal objetivo hoy es evitar que un evento así se produzca de nuevo. En este sentido, uno de los principales logros que destaca el coordinador de Defensa Civil es, a pesar de las críticas, haber podido “ordenar el río”.
«Con el programa de limpieza, ensanchamiento y profundización del cauce del río hemos incrementado entre 10 y 12 veces su capacidad en materia de caudal. Por eso cuando hace un tiempo llovió 160 mm en la cuenca alta de Río Ceballos y vino una crecida de casi dos metros, no pasó nada, pero si no se hubieran hecho esos trabajos, hubiésemos tenido una inundación parecida a la del 15F», afirmó.
También destacó la regularización del tránsito sobre el río, a través de los puentes, vados y pasarelas reconstruidos, aunque admitió que falta avanzar en puntos como el reordenamiento de viviendas y calles mal ubicadas, puentes y pasarelas mal diseñadas, semáforos y disminuidores de velocidad que no funcionan correctamente, entre otros.
Por otra parte, señaló los avances que se han hecho en materia de coordinación de las localidades a lo largo del corredor serrano, las cuales estaban muy poco integradas y preparadas para este tipo de eventos. «Estamos elaborando un plan estratégico para toda la zona. La comunicación es vital para nosotros», explicó.
Recuerdos del 15F
“¿Alguna anécdota? Uh, tengo muchas. Una muy dura nos tocó durante la inundación. Llegamos a un domicilio en peligro de derrumbe donde había una pareja de ancianos que no se querían ir de su casa. En un momento dado, mientras trataba de convencerlos, la señora me señala un rincón de la casa y me dice ‘yo acá los tenía a mis viejitos’. Se refería a una mesita puesta a modo de altar, con las fotos de sus padres y unas velitas. Se las había llevado el río. No me hablaba de algo material, no me hablaba de la heladera, ni de los ahorros, me estaba hablando de las únicas dos fotos que tenía de sus padres. Me acongojó tanto que pensé pucha, realmente hay que trabajar para que esto no suceda nunca más”.
“La buena es la diaria, la anécdota que vivís todos los días. Hoy la gente en la calle me reconoce y me agradece. La solidaridad y la vocación de servicio es lo que nos debe motivar a todos, tratar de siempre dar algo, multiplicar las buenas acciones. La sociedad la construimos entre todos”.
