El día 15 de octubre los vecinos de Sierras Chicas realizaron una nueva jornada de protesta tras cumplirse ocho meses de la trágica inundación de febrero. En este marco, presentaron un recurso de amparo porque consideran que el sistema de alerta temprana anunciado por el gobierno es poco efectivo.
Por Redacción El milenio | periodico@elmilenio.info
La jornada comenzó a las 16:30 cuando una docena de vecinos que conforman la Asamblea de Sierras Chicas se reunió en el Puente Amuchástegui del barrio La Quebrada, en Río Ceballos. Este era el punto de encuentro para ir hacia Mendiolaza, ya que allí los esperaba otro grupo de personas para ofrecer en conjunto una conferencia de prensa en la plaza frente al municipio, donde, entre otras cuestiones, denunciaron que el sistema de alerta temprana auspiciado por el gobierno provincial no es el más adecuado para prevenir futuros desastres.
Por su parte, la doble avenida de Unquillo también fue lugar de encuentro y allí varios vecinos se sumaron con vehículos personales a los medios de transporte dispuestos por la organización. Motos, camionetas, autos, una trafic y un colectivo (muy viejo), todos adornados con banderas y globos negros, reflejaron el enojo y la sensación de incertidumbre de los más afectados por la catástrofe del 15F.
Mendiolaza fue la ciudad elegida para el cierre de la caravana. Allí, como en las demás localidades afectadas, todavía quedan muchos vestigios de la magnitud de la inundación y así pudo observarse en el recorrido que hizo la Asamblea por los barrios más castigados. Vale destacar el gran apoyo de los vecinos y transeúntes que pasaban por el lugar, los cuales hacían sonar los bocinazos desde sus vehículos o salían para saludar y aplaudir desde sus casas.
Exposiciones fotográficas, música, tambores y bombos, y una merienda con tortas y chocolate, acompañaron el final del día. Una tarde-noche repleta de anuncios, que en este caso no apuntaron solamente a los funcionarios municipales sino también a las autoridades provinciales.
Recurso de amparo ambiental
El pasado viernes 9 de octubre se presentó el Sistema Telemétrico CIRSA de alerta temprana para la cuenca Río Ceballos-Saldán, en el marco de la firma de convenio entre el gobierno provincial y el Instituto Nacional de Agua (INA). Ante este anuncio los vecinos autoconvocados de Sierras Chicas manifestaron su desconfianza y elevaron un recurso de amparo ambiental, el cual fue solicitado a la provincia y ya se encuentra en instancia judicial.
Los damnificados reclaman que se incorpore el sistema SIGEALTEMS, el cual puede prever las inundaciones con un tiempo de anticipación de hasta cinco días previos a la ocurrencia de un fenómeno meteorológico severo, lo cual le da a las diferentes autoridades municipales, gobierno provincial y nacional y fuerzas de seguridad (policía, bomberos, gendarmería, prefectura y defensa civil) el tiempo suficiente para tomar las medidas correspondientes. Además, basado en la experiencia, el sistema asesora sobre los diferentes protocolos recomendados para cada acción.
“Ocho meses después todavía no tenemos plan de evacuación, ni lugares a donde ir en el caso de tener que evacuarnos. Estamos como antes, por lo que tenemos que unirnos. A muchos no les han pagado y a otros ni siquiera los han relevado. Tenemos que seguir, seguir unidos, seguir golpeando puertas, depende de nosotros el control porque si fuera por los dirigentes nos vuelve a arrasar el agua”, concluyeron desde la Asamblea.
La situación actual de los damnificados
De las 1500 familias que fueron afectadas en febrero, más de 250 siguen sin ayuda. Muchos todavía no recibieron la primera parte del subsidio, mientras que quienes sí la recibieron, solamente pudieron cubrir el 30% de las reparaciones que tenían que realizar y continúan esperando la segunda parte.
Con respecto a la construcción de viviendas para quienes lo perdieron todo y no pueden volver a sus hogares, la realidad es muy desalentadora y así lo manifestó Gabriela Cuevas, vecina del barrio Loza de Río Ceballos: “Primero dijeron que iban a ser 70 casas, después bajaron el número a 50, después lo bajaron a tandas de 17. Y ahora están paradas las obras por falta de pago según dicen las empresas”.
La polémica respuesta del gobernador
“Es momento de arremangarse y trabajar, no de protestar”, dijo el gobernador José Manuel de la Sota refiriéndose a las manifestaciones que vienen realizando desde hace ocho meses los vecinos de Sierras Chicas. Ante esta declaración, la reacción por parte de la Asamblea no se hizo esperar.
“Queremos por todos los medios recordarle al señor gobernador que si alguien se arremangó y trabajó estos largos ocho meses, esos somos nosotros, los que seguimos protestando: cuando en las horas críticas debimos arremangarnos y trabajar para salir del barro, para rescatar a nuestras familias y vecinos, cuando debimos sacar kilos de barro de nuestras viviendas, cuando debimos levantar puentes con troncos para salir del aislamiento, cuando hicimos los revelamientos y distribuimos la ayuda a pata o en nuestros propios vehículos, cuando debimos hacer de médicos, psicólogos, bomberos y rescatistas, cuando estuvimos solos, cuando el gobernador y sus funcionarios se escondieron o nos miraban desde los helicópteros mientras culpaban a la naturaleza con el famoso ‘tsunami del cielo’ para eludir la responsabilidad”, denunciaron los vecinos organizados desde un comunicado oficial.
