- Por Natalia Boffelli
- Lic en Psicopedagogía, MP 13-1567
La sociabilización es un proceso que el individuo vive y necesita como ser social para incorporarse y ser reconocido por la sociedad en que vive. Cada persona transita por un proceso particular y único que lo ayuda a integrarse socialmente. Una parte de este proceso lo realiza a partir del aprendizaje de manera interna, y otra parte, la brinda la sociedad acompañando de diferentes maneras y atendiendo las necesidades para cumplir con tal fin.
Desde que el ser nace pasa por conocer y actuar bajo diversos roles, es hijo, hermano, sobrino, nieto, compañero, entre tantos que se van presentando a lo largo de su crecimiento y suponen aprendizajes individuales y sociales, incorporando formas culturales, normas y valores, deberes y derechos de relaciones establecidas o modos de establecerse. Estos roles van posicionando al individuo en la sociedad con cierto status o posición, por la red de relaciones que establece. A partir de los roles que desempeña cada persona, irá transitando por diferentes momentos de sociabilización.
Las fases o momentos de la sociabilización se denominan primaria y secundaria
La sociabilización primaria se destaca y basa en relaciones que se establecen y crecen en lo emocional y afectivo. El grupo primario por excelencia es la familia, los roles de padres e hijos y las extensiones que este núcleo primordial posea acorde a cada conformación familiar. Por ello, se da en la actualidad tanto valor, desde las normativas, al primer estadío del bebé con sus padres y las licencias correspondientes en los trabajos.
Esto fortalece y cubre las necesidades básicas emocionales y afectivas del recién nacido como ser social. A medida que el niño crece y a través de elecciones de la familia, se van generando nuevos grupos de pertenencia y sociabilización como lo es la escuela, hoy en maternales o salas de 2 o 3 años, se van creando y gestando nuevos aprendizajes de relaciones con pares de edad y con docentes o miembros de la comunidad educativa, desde salas de mínimos números hasta ampliar el número de alumnos y de relaciones posibles.
Se generan amistades, compañerismo, es donde se aprende cultura a través de los contenidos y procesos de aprendizaje en las diferentes etapas, así como los valores y actitudes esperadas socialmente. Por ello es tan importante el acompañamiento y la confianza de la familia en las escuelas en quienes delega la educación de sus hijos, dado el gran valor que posee la compatibilidad de valores, actitudes y espacios especiales de contención y enseñanza aprendizaje de lo emocional y afectivo. Aquí se pasa de la sociabilización primaria a la sociabilización secundaria, que tendrá diferentes pasos a partir de las edades y los roles sociales que se van estableciendo con derechos y deberes propios.
Socialización Secundaria es el proceso donde se induce al individuo, ya socializado, a nuevos sectores de un mundo ya objetivo de su sociedad; un mundo institucionalizado. El individuo trasciende el mundo familiar y la carga afectiva es reemplazada por nuevas estrategias de aprendizaje que lo facilitan, como las pedagógicas.
Son necesarios para el funcionamiento de la sociedad, estudiando, trabajando, como amigo, compañero, artista, deportista, laboralmente, etc. En esta etapa es importantísima la elección que el adolescente elige para ser y hacer a lo largo de la vida con su elección vocacional, que sumará o derivará de sus aprendizajes, sus gustos e intereses, sus posibilidades y capacidades y lo obtenido de la familia y escuela, dos espacios de construcción importantísimos para su vida y sus relaciones y roles.
