Ante la denuncia de la concejal Graciela Domínguez, Gabriela Farías, presidenta del Concejo Deliberante, señaló que la cesión del polémico terreno de Alto Alegre nunca fue consumada y que el intercambio que se propone como solución, para conservar el terreno, no perjudicaría económicamente al municipio. Sin embargo, señaló que si se presentan irregularidades concretas puede darse marcha atrás con la propuesta.
Por Lucía Argüello
La semana pasada, en entrevista con El Milenio, la concejal Graciela Domínguez del Bloque Unipersonal de la Unión Vecinal de Unquillo, pidió que se investigara un intercambio de lotes que la Municipalidad de Unquillo planea realizar con una vecina de la ciudad porque, según sostuvo la edil, la permuta perjudicaría económicamente al municipio.
La polémica gira en torno a un terreno ubicado en barrio Alto Alegre donde se está construyendo un Salón de Usos Múltiples, según lo acordado con los vecinos durante el programa Unquillo Decide 2013/2014. El problema surgió cuando la señora Aída González Ávalos reclamó la propiedad sobre el terreno, ante lo cual el Municipio le propuso intercambiarlo por otros tres lotes menores ubicados en diferentes barrios.
De acuerdo con el relato de Domínguez y de varios vecinos de la zona, este terreno habría sido cedido al municipio por su propietario original (un hombre de apellido Montero) como cancelación de una deuda sobre los impuestos municipales, con lo cual la permuta sería innecesaria y significaría un perjuicio económico para el municipio.
Sin embargo, la presidenta del Concejo Deliberante, Gabriela Farías, declaró que este supuesto proceso de cesión nunca se finalizó. “Había un rumor de que ésa iba a ser la plaza, pero nunca quedó registrado. Esta es una intención que en algún momento el dueño primario expresó, es más, los vecinos estaban al tanto; pero nunca lo dejó expresado en un documento. Por lo tanto, los herederos de este señor vendieron esas tierras”, declaró la edil y agregó que esta situación es frecuente en Sierras Chicas.
“No hay ningún registro documental, ni en un testamento, ni en una extensión, ni en una carta siquiera, de que el dueño originario del terreno lo donaba o cedía. Tampoco se recibió como dación en pago, por lo pronto no está plasmado en una ordenanza. Lo único que tenemos es una escritura a nombre de esta señora”, aseguró Farías.
Durante las discusiones del presupuesto participativo, los vecinos reclamaron la construcción de esta supuesta plaza en lo que hasta entonces era un terreno baldío. Según cuenta la presidenta del Concejo, ante la aparición de esta propietaria, el municipio trabajó “en función del deseo de los vecinos y ofreció la posibilidad de hacer este trueque” que González Ávalos aceptó.
Según explicó Farías, la permuta no sería desfavorable para el municipio porque “el terreno que se recibirá es del mismo valor que la sumatoria de los terrenos que se entregan”, por razones de superficie y ubicación. No obstante la edil aclaró que en estos casos, siempre se trabaja sobre la base de «títulos perfectos», lo cual quiere decir que «si surgiera alguna irregularidad con los títulos al momento de efectuar la escrituración a nombre de la Municipalidad, se daría marcha atrás automáticamente con toda la operación».
En cuanto a la acusación de la concejal Domínguez de que uno de los terrenos que se entregarían como parte del intercambio, ubicado sobre la Avenida Santa Fe, está destinado a la construcción de un dispensario municipal, Gabriela Farías manifestó que no estaba al tanto del hecho.
