Lautaro Mabres es alumno de 6° año del IENM y Disc Jockey. Desde hace 2 años perfecciona esta profesión.
Por Redacción El Milenio.
Desde los 15 años Mabres comenzó a incursionar los placeres del sonido y la iluminación. Actualmente, a sus 17 años ya musicaliza diversos eventos, que por lo general son fiestas de cumpleaños de adultos. “Esto se debe a mi limitación tecnológica, porque no tengo equipamiento para fiestas de 15 o casamientos muy grandes, pero fiestas pequeñas o juntadas sí. Para estos casos tengo un socio con quien puedo hacer frente a los eventos más importantes gracias a su equipamiento”.
“Empecé porque me gustaba, siempre veía y me intrigaba. Inicié cuando mis papás me regalaron una bola de espejos y como me gustaba hacer fiestas en mi casa me dije: ¿Por qué no agregarle sonido con un par de luces? Y bueno así comencé poniendo un poco de música y fui ahorrando, fui profesionalizando el sonido y después la iluminación”, contó Mabres.
Por otra parte, el DJ comentó a El Milenio que no es necesario efectuar publicidad para promocionarse, sino que sus contrataciones se concretan por las recomendaciones de que se hacen de “boca en boca”.
Respecto al equipamiento necesario para desarrollar su trabajo, Mabres indicó que cuenta con un sistema de sonido compuesto por 4 bafles, para un salón de tamaño estándar; y con un sistema de iluminación que contiene laser, flash, humo y otros efectos más. “Ya no se usa más el CD, se usa música digitalizada, para eso utilizo mi computadora y una consola que se compatibiliza con la compu”.
A su vez, Mabres sostuvo que cada DJ compone su propia música, puesto que “se pueden mezclar varias partes de un tema y ponerle distintos efectos”.
