En el marco del evento solidario, a beneficio de la Orquesta de niños de Unquillo, se realizó un concierto folclórico en el Cine Municipal. En el evento participaron artistas locales, incluido el reconocido cantante Raly Barrionuevo. El artista revelación fue Franco Moreira.
Por Pamela Benitez. ECI-UNC
El encuentro tuvo lugar el pasado miércoles 8 de julio, y aunque la convocatoria fue para las 21:00 hs, los artistas comenzaron su actuación cerca de una hora después. Según se informó, se vendieron la totalidad de las 200 entradas que estaban a disposición, con lo cual se puede dar por cumplida la misión del evento.
La fría víspera del feriado nacional invitó a participar de una noche de encuentro, casi íntimo, entre el público y los músicos unquillenses. De a uno por vez, los cantantes se expresaron en el escenario, ante el escaso público que asistió. Sin embargo, el clima de la sala se tornó agradable en todo momento gracias a las melodías de los artistas que encendían el ambiente.
La puesta en escena presentó un rasgo definitorio: simplicidad. Micrófono, guitarra y bombo fueron los instrumentos que se desplegaron a lo largo de la noche. Las actuaciones de los artistas reflejaron el valor de la música nacional, y la concurrencia supo demostrar reciprocidad durante la velada.
Raly Barrionuevo, Fumel Suárez Azar, Lisandro Ponsetti y Laura Bértora, participaron en el evento solidario. Sin embargo, la figura destacada fue el unquillense Franco Moreira, un joven de 20 años que acompañó a Barrionuevo en varios eventos musicales en los últimos meses.
La Revelación.
Franco Moreira empezó en el mundo de la música a los 10 años. Fue su hermano, Marcos, quien lo inició. En ese entonces, Franco tocaba las bases de las canciones, mientras que su hermano cantaba y tocaba los punteos.
Desde ese momento, en su vida se mezclaron la guitarra, los amigos y el andar de su propio camino, por el momento, lejos de la educación musical convencional. “De chico tocaba en el culto de la Iglesia, después a los 15 años, empecé a tocar en bares para ganar dinero”.
Franco dijo que la música es lo suyo, que lo sabe desde chico, y que cuando tuvo que trabajar en otros ámbitos sintió que “perdía el tiempo”. Actualmente vive de la música, pero resaltó que todas las experiencias son fuentes de aprendizaje a las cuales hay que estar muy atento.
El estilo de su música, según él, se encuentra en la mixtura del aporte de la gente que va conociendo. Moreira es autodidacta sobre todo. No reniega de la educación formal, pero por ahora lo suyo es la educación de la vida, del vivo.
“Soy intérprete y compositor. Primero se me ocurre la melodía, y después le pongo la letra. Me inspiran las cosas que me van pasando, o que veo que pasan. Mi manera de hacer una devolución a lo que pasa es una canción, lo disfrazo con una letra”, detalló Moreira sobre su metodología de trabajo.
Para Franco, la música sobre el folklore, que fue lo que aprendió más de chico, por lo cual le tiene un “cariño especial”, es un trabajo como cualquier otro; la música es una profesión también. El intérprete confesó que todo lo que hace tiene como base poder mejorar en su música. Se define como una persona abierta a participaciones con otros artistas y él mismo se acerca a los eventos para que lo incluyan.
Se hace camino al andar.
“Mis influencias son las personas que cruzo y de quienes aprendo. Con las personas que he tocado también me dejaron su influencia. pero también me inspiran, por ejemplo, Cuchi Leguizamón o el Dúo Salteño”, expresó Franco.
El compositor aclaró que prefiere las canciones tradicionales que, en lo posible, no se encuentren en los círculos comerciales. Aunque reconoció que a veces le gustan canciones popularmente conocidas, las cuales interpreta porque valora la “musicalidad, la composición y la calidad de la letra”.
Moreira sabe que la práctica hace al maestro. Por eso, explora distintos estilos y no teme mezclarlos para obtener híbridos musicales. Asiste a talleres de percusión, porque considera que la formación es importante, porque te da más herramientas para aprender.
“No estoy yendo a la universidad, porque siento que son dos caminos distintos, pero el fruto es el mismo si lo laburás con muchas ganas. El tema es que mientras más toques y estudies, mejor vas a tocar”, explicó Franco.
En el futuro.
Hacia adelante espera poder afirmarse profesionalmente en la música. Franco está convencido de que todas las experiencias son válidas porque de todo se aprende.
El año pasado grabó un disco, y se refirió al producto como un momento “experimental”. El disco se compuso de 10 canciones de su propia autoría, y se llamó “La ventosa armonía”. Franco se tomó la tarea de replicar la tapa del disco, que diseñó personalmente, y logró vender 70 copias del mismo.
“Soy una persona con suerte, pero a la vez también sé, que todo en lo que uno invierte su energía va creciendo. Todo lo que uno siembra, después lo cosecha”, reflexionó.
En estos meses, está grabando un disco con temas propios. El intérprete y compositor fue invitado a grabar por un espectador que, casualmente, lo vio actuar en un bar local. Todas las semanas le dedica un tiempo a esa producción, y se siente muy entusiasmado en su nuevo proyecto.
Sin rutina.
“Últimamente estoy tocando en vivo más de lo que puedo practicar en casa”, comentó Moreira. También agregó que le gusta tocar en los eventos solidarios porque la gente va predispuesta a escuchar, ya que están todos con la misma intención de colaborar y disfrutar.
“Tocar con famosos no es lo más importante para mí. Ellos tienen su camino hecho, pero también son personas. Eso pasa con Raly, él tiene su vida armada pero no se cree alguien superior, es igual a todos. Juntarte con gente que sabe está bueno, porque aprendés con sólo verlos: la postura, cómo habla o cómo toca”, expresó Franco sobre esta etapa de su vida, donde acompaña a músicos reconocidos en diversos encuentros musicales por el país.
