A más de 3 meses de la inundación, el hotel 18 de Marzo continúa albergando familias evacuadas. De las 65 familias iniciales, hoy quedan 5. Se trata de 22 personas que aún conviven en las instalaciones del lugar. Se prevé que se lleve adelante el desalojo el próximo lunes.
Por Martín Soto | Colaborador UNC.
Colaboradores: Agustina Peiretti
Juan Toledo
María del Mar Reyna
Valentín Martín.
4º B IENM
[dropcap]P[/dropcap]ara algunas familias, la odisea de vivir en hotel y con personas desconocidas aún no concluye. Para muchos las inundaciones quedaron atrás, en el pasado. Sin embargo, hay 22 personas para las cuales aquella catástrofe se mantiene presente como si hubiera sido ayer. Es que la situación se mantuvo igual y deben seguir viviendo “improvisadamente” en el 18 de Marzo.
Por el céntrico hotel de Río Ceballos llegaron a pasar cerca de 300 personas. El mismo cuenta sólo con 40 habitaciones, por lo cual se encontró totalmente desbordado en su capacidad. El encargado del albergue recuerda que fue una situación de completa emergencia. “Se rompían los cableados y desbordaba todo por el alto consumo de recursos. Se quebraban las cañerías”, explicó.
Este delegado describió las condiciones en que vivieron esas familias cuando el hotel estaba colapsado. Señaló que dormían en colchones en el suelo, y cuando comían los levantaban. “Luego se barría, y se volvían a colocar los colchones. Así funcionaba todo”, contó.
Hoy, tres meses después, todavía quedan cinco familias viviendo en el lugar. Allí conviven aún 22 personas. Hasta el momento, dos familias ya tienen hogar para habitar, mientras que otras tres están en estado de emergencia.
Como se prevé el desalojo total para el lunes próximo, las familias que aún no tienen hogar serán trasladadas a otro hotel que la Municipalidad se encargará de pagar. «Hay una decisión tomada desde el área de desarrollo. Van a ser trasladados a otro hotel a definir sobre la avenida San Martín”, manifestó el encargado del lugar.
Convivencia
Otro de los problemas fue la convivencia entre tantas familias en el lugar. Si bien ahora es mucho menor la cantidad de personas que habitan el recinto, no por ello la convivencia pudo ser más amena. Llegaron a vivir cerca de cincuenta niños en el mismo lugar.
“La verdad es que todavía no me acostumbro a esto, pero no nos queda otra. Tengo muchas ganas de volver a mi casa y tener ese espacio personal y privado. Se hace muy difícil compartir un espacio como el que es la casa de uno con otra gente”, explicó Martín, uno de los evacuados, y agregó: “Hay veces que uno no aguanta ni a su propia familia. Acá tenés que convivir con personas que no conoces y tienen distintas costumbres, horarios y ritmos de vida”.
María, otra de las personas que vive con su familia en el 18 de marzo expresó: “el único espacio privado con el que contamos es con una habitación y un baño. El resto de los espacios los compartimos con otros, y eso a uno lo cansa”. Además señaló la incomodidad que surge al funcionar, en el mismo edificio, el centro cultural. “Volvieron las actividades y también nos incomoda que entre y salga todo el tiempo gente”, reprochó.
Cabe destacar que el área de cultura de Río Ceballos retornó a sus actividades en el mismo hotel. Allí se dictan distintos talleres, y con la presencia de las familias en el lugar, la situación se torna incómoda para ambos sectores.
Almientación
La municipalidad ya no se encarga de proveer de alimentos a las 22 personas que quedan en el lugar. Estas familias, además de perderlo todo, cuentan con escasos recursos. “Actualmente no estamos recibiendo ninguna ayuda”, señaló otra mujer evacuada.
“Tuvimos muchos problemas con la comida. Lo poco que recibíamos no lo repartían, sino que dejaban toda la mercadería junta guardada en algún lugar. Entonces, después mucha comida no se pudo comer porque el lugar se comenzó a llenar de ratas”, advirtió María, a la vez que explicó que a causa de esta situación muchas personas bajaron de peso, y otras se enfermaron.
Los evacuados también se mostraron molestos por las condiciones de higiene en que se encuentran viviendo. Aseguran que en diferentes sectores del recinto hay ratas, lo cual genera temor por la salud en las familias que viven con niños pequeños en el lugar.
Acción Social
Por otro lado, quienes están trabajando para encontrar lugar donde vivir a estas tres familias, es el personal de Acción Social del municipio de Río Ceballos. Así como lo hicieron con otras tantas familias, se encuentran en el proceso de búsqueda de alquileres para alojar a estas personas.
Por último, la situación de las familias que tienen muchos hijos les resulta aún más adversa la posibilidad de conseguir un alquiler. Porque aseguran que es por la cantidad de niños que los dueños no les quieren alquilar.
Un milagro que fortalece
No todo es tristeza tras las inundaciones de las Sierras Chicas, fue así como el pasado 10 de marzo mientras los refugiados vivían un día más en el Hotel 18 de Marzo de la ciudad de Rio Ceballos, Milagros comenzó querer asomarse a este mundo, donde muchas familias intentaban reponerse de lo sucedido y otras comenzaban nuevamente desde cero.
“Mi mujer estaba de ocho meses cuando los bomberos la sacaron de mi casa durante las inundaciones. Nació en el hotel y le pusimos Milagros”, señaló en diálogo con Cadena 3 el padre de la beba.
Fue así, que tanto el papá como la mamá de la pequeña habían llegado el 15 de febrero azotados por la fuerza de la naturaleza.
Hoy, la familia vive enfrente del Hotel que les dio cobijo, en una casa que es rentada gracias a la ayuda del municipio de la ciudad.
