El músico unquillense Alberto Suarez Azar, o con su nombre artístico Fumel, contó acerca de su trayectoria en la música, sus raíces y sus proyectos junto al lado de otro gran artista del folklore: Raly Barrionuevo.
Redacción El Milenio
El Milenio: ¿Cómo comenzaste a incursionar en la música?
Alberto Suarez: En realidad en mi casa siempre se hizo música. Mi vieja hace música- Laura Bertora- , y mi viejo también es músico; también mi tío es compositor y me gusta mucho las cosas que hace en conjunto con mi prima, que es pianista.
En la familia somos todos músicos, y bueno, el tema principal eran las tardes tocando con la guitarra el cancionero, cantando y es lo que aprendí de chico, y yo decidí desarrollarlo un poco más. Estudié música en la escuela “ La Colmena”; comencé y terminé un par de materias que me quedaron este año, porque tuve una época de rebelde.
EM: ¿Tenés referentes musicales?
AS: Sí, tengo muchos. Yo de chico lo tenía como gran referente a León Gieco, y lo sigo teniendo; es un tipo que mantiene una idea y una línea grosa. Y hace como 10 o 12 años lo conocí a Raly Barrionuevo en Unquillo, nos hicimos muy amigos. Más que un amigo es también un referente musical, porque nos une ya una gran amistad. Incluso tenemos algunos proyectos en conjunto que estamos llevando a cabo.
EM: ¿En qué géneros musicales incursionaste?
AS: En un principio, en casa se hacía y se hace folklore, después yo me fui para el lado del rock, pero ahora volví al folklore y tango. Me gusta mucho el folklore; le hicimos un homenaje al Chango Rodríguez porque se cumplieron 100 años de su nacimiento y es una de mis grandes influencias.
EM: ¿Cuál considerás que es tu marca personal como artista?
AS: Es difícil hablar desde lo que uno siente como virtud.
Yo creo que por el contrario, de lo complejo trato de buscar lo simple y la sensibilidad. También en mis canciones o en mis arreglos trato de superar una barrera en la música, que es no tocar para otros artistas solamente.
En cualquier cosa que uno elige tratamos de demostrarlo de a poco, yo fui deshaciendo eso.
EM: Y a la hora de presentarte en público ¿tenés algún modo propio de comenzar el espectáculo?
AS: Trato de hacer música sobre todo de Córdoba. Creo que tengo autoridad para hacerlo, entonces también es una de las características que tengo como marca personal, porque considero que lo nuestro hay que defenderlo y empezar a mostrarlo un poco más, ya que por ahí se muestra mucho a los santiagueños.
Los de acá quieren tocar como los santiagueños, que tocan bárbaro, pero bueno, nosotros también tenemos lo nuestro y tenemos mucho.
EM: ¿Cuál es el vínculo que lo une con Raly en el ámbito musical?
AS: En el ámbito musical, más allá de las influencias y de la amistad, nosotros salimos a las plazas.
La amistad es lo que más nos une y después lo musical. Más allá de una peña, el proyecto también es mostrar que el arte es independiente y que la gente puede volver a tomar las plazas porque son públicas y que es importante que las actividades salgan desde nosotros.
Así como muchas veces esperamos ver qué hace la Municipalidad o qué hace uno u otro, promulgamos la idea de que no solamente las instituciones sean los encargados de generar espacios y actividades, sino que nosotros, el pueblo genere los espacios.
EM: ¿Participan otros artistas de los encuentros en la plaza?
AS: Claro, la idea es que la plaza sea abierta. El que se quiera acercar participa haciendo música, pero también hay gente que se ha acercado a decir una poesía, y hay otra que vende pastelitos para tomar mates, a charlar, a contar lo que hacen.
Es de una improvisación inicial, y sigue siendo así más allá de poner en Facebook: ‘che nos juntamos en tal lugar’, y de ahí comienza la comunicación, a través del boca en boca.
EM: ¿Siempre en plazas de Unquillo?
AS: Siempre son las plazas de Unquillo. Hemos ido a la plaza de Cabana también, por el cariño que le tenemos a Unquillo y por las ganas de hacer algo en Unquillo. Yo soy de acá, de toda la vida, y Raly toma este lugar como su lugar.
EM: ¿Trabajas con otros artistas?
AS: Sí, tengo un trío que se llama “La Lunangaque” ; ahí trabajo con Hernán y Ana, con ellos hicimos el homenaje al Chango Rodríguez. Después muchas veces me junto con Apo, un personaje de acá de Unquillo. También estoy mucho con Franquito Moreira, con quien me junto a tocar un poco, sí poco, porque está a full. Siempre me estoy juntando con otros artistas.
Hoy mi trabajo es dar clases, tanto en mi casa,o en la casa de la cultura. Tengo un espacio en el Organillero, pero con nomucha actividad. Para vivir de la música, de los shows, toco todos los fines de semana, por ahí cobro y por ahí no.
Todavía no ha llegado el momento en el que yo digo: ‘bueno me dedico a ésto, dejo esto otro, o vivo de las dos cosas’; lo mismo me encanta dar clases a los niños de 6 años hasta de 70.
EM: ¿Qué materias pendientes tiene en el ámbito musical?
AS: La música es un género tan amplio que estoy abierto a nuevas oportunidades y proyectos, ahora no considero que tenga algo pendiente, porque lo que estoy haciendo me llena. Creo que la música es infinita y nunca terminás de aprender realmente todo, siempre la estás viendo desde distintos puntos.
