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Barrio Loza: peligro permanente

Las pasarelas y puentes del barrio están destruidos. Los vecinos reclaman su arreglo de manera urgente. Los cables de electricidad cuelgan por encima de la rivera.

Transitar por las calles del barrio es una tarea más que dificultosa porque quedaron muy dañadas luego del temporal vivido hace poco más de un mes. Entre zanjas, piedras y basura la gente de la zona llega a sus respectivas casas o comercios.

“La situación del barrio es decadente, falta limpieza a orillas del río, aunque están dragándolo de a poco. Pero la limpieza no sólo es del cauce, sino también los alrededores”, afirmó Adrián, comerciante de barrio Loza.

El vecino comentó a El Milenio que el escenario más grave está en la zona que colinda el río, y agregó: “es la franja que más impacta”.

Las familias que viven actualmente allí, o incluso aquellas que tuvieron que abandonar su hogar están en la incertidumbre de saber si a ellos los van a relocalizar o no.

Por su parte, el Gobierno Provincial no determina cuál será la nueva vera del río, por lo que estas familias no saben qué hacer o a dónde acudir, si abandonar las viviendas o quedarse.

“Estas personas supuestamente por una lógica se deberían ir del lugar pero hasta que no lo determine el Gobierno, le gente sigue viviendo allí”, contó Adrián.

La calle más deteriorada del barrio es Fray Cayetano Rodríguez, que constituiría la costanera del mismo. Allí los pozos, el barro y la falta de mantenimiento de las veredas dificultan el tránsito peatonal como vehicular.

Por otra parte, el alumbrado público continúa en falta en muchos sectores, pero en estos momentos para los vecinos es un hecho menor, respecto de las difíciles situaciones que vivieron después de la inundación de febrero.

“Aunque en la noche preocupe la falta de luz y de sensación de inseguridad, hay quienes continúan viviendo sin aberturas en las casas y sin cercas perimetrales, entonces la luz es un detalle”, destacó el comerciante.

Un lunar en medio de la nada

Liliana Roca -vecina del barrio- quedó aislada luego del aluvión. Su casa está ubicada a orillas del río, y el acceso a la misma lo efectuaba a través de una pasarela peatonal.

Actualmente, su vivienda se encuentra incomunicada, puesto que la creciente del río se llevó la estructura completa del puente que le permitía acceder a ella.

Al igual que esta vecina, otros habitantes de barrio Loza se encuentran en la misma situación: no pueden acceder a sus casas cómodamente, no pueden transitar por las calles ni veredas, no se puede atravesar el río, ni tampoco contar con alumbrado público ni recolección de basura.

“Como la casa está en pie, la Municipalidad me dijo que no la abandone, pero que si sube el río nos vayamos. Esa es la contradicción con la que vivo, duermo y como todos los días”, explicó Roca. A lo que agregó: “Tuvimos una charla con Spicogna -intendente-, y le contamos nuestra desesperación y nuestros miedos, y nos dijo que si no nos sentíamos seguros, que vayamos a alquilar”.

La vecina aclaró que las personas que necesitan evacuarse no encuentran lugares para alquilar. Sobran casas para arrendar, pero los dueños no las quieren disponer para ello.

“Somos gente de trabajo y decente que necesitamos la oportunidad de tener un lugar digno para vivir, dormir y estar tranquilos, y de esa manera seguir con nuestra vida normal”, expuso Roca.

Al mismo tiempo, la ciudadana describió que están cubiertos de basura por todos lados, y que el municipio les aseguró que no vienen a efectuar la limpieza de los alrededores del río porque están superados de tareas.

“Tenemos miedo de cruzar la pasarela y caernos. No nos traen gas, ni siquiera nos dejaron el kit de electrodomésticos que envió la Provincia porque tenían miedo de pasar por los troncos”, aseguró Roca.

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